Para mejorar la defensa de los derechos humanos en México y combatir delitos graves como la tortura, desaparición y corrupción, no basta sólo con la promulgación de leyes; se requiere implementarlas y terminar con la tradición de la impunidad, dijo el subsecretario de Estado de la Unión Americana para asuntos de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, Tom Malinowski.
En reunión con medios de comunicación al finalizar su visita al país -realizada del 21 al 24 de abril para asistir a las reuniones del comité rector de la Alianza para el Gobierno Abierto (OGP)- el funcionario estadounidense enfatizó que uno de los mayores retos que enfrenta el país es la impunidad y la igualdad en la aplicación de la ley.
Durante su visita en la que sostuvo reuniones con altos funcionarios, líderes de la sociedad civil, expertos en derechos humanos y en Estado de Derecho, con periodistas y protectores de medios, el subsecretario de Estado de la Unión Americana dio cuenta de que en México existe una tradición de impunidad.
“Hablamos, más que de cualquier otro tema, de que todo el mundo reconoce en México una tradición de impunidad con respecto a la tortura, las desapariciones, el secuestro, la corrupción y otros problemas (…) Han habido muchos casos, incluso de muy alto perfil, de ataques y amenazas contra activistas de la sociedad civil y periodistas que no han sido adecuadamente investigados. Estos casos emblemáticos son importantes para mantener la fortaleza de cualquier democracia”.
Y es que, a decir de Malinowski, el sistema trabaja cuando las instituciones tradicionales y la sociedad civil organizada fortalecen las leyes de una manera robusta. Afirmó que si bien normar es esencial y es necesario tener un marco legal (acción que está llevando a cabo el gobierno nacional), “también sabemos por experiencia que no es suficiente sólo tener las leyes, hay que implementarlas. Y para ello se requiere capacidad técnica y necesitas una sociedad y prensa independiente”, capaz de vigilar que se implementen de manera adecuada.
Después de los casos Tlatlaya y Ayotzinapa, México se encuentra bajo un fuerte escrutinio de la comunidad internacional. “La gente alrededor del mundo entendió que estos eventos fueron manifestaciones de problemas más profundos y antiguos”, dijo.
A su vez, aseguró que el gobierno mexicano tiene apertura y disposición para hacer frente a “los serios retos” que tiene en materia de derechos humanos.
El funcionario estadounidense anunció, asimismo, que más allá del apoyo que el gobierno de Estados Unidos brinda a México mediante la Iniciativa Mérida, existen otros programas a disposición de las autoridades nacionales, los cuales están a la espera de que México acepte.
Fuente: El Economista