Ya no importa si es taxi, metro, camión, o cualquier servicio de transporte, las mujeres de México no están seguras.
El 8 de septiembre Mara, de 19 años, salió de fiesta con sus amigos en Cholula, Puebla, tomó un Cabify y no la volvieron a ver con vida.
En junio Valeria de apenas 11 años, abordó una combi en Nezahualcóyotl, sólo para avanzar unas cuantas cuadras. Su cuerpo fue encontrado sin vida dentro de la camioneta abandonada.
El 22 de mayo, una mujer denunció ser violada a bordo de un Uber mientras se dirigía a Ecatepec.
En marzo, Lourdes de 18 años, tomó un taxi en Ecatepec junto con su prima de 14, el conductor sacó un arma y abusó de ella.
Los casos son indignantes, tomar el transporte debe de ser seguro para todas las personas del país, sin importar su género o su edad. La gente no puede vivir temiendo subir a cualquier transporte,las mujeres no deben ser acosadas, violadas o asesinadas.