Marcela Alemán, madre de una niña que fue víctima de violación en su colegio, se amarró a una silla dentro de las oficinas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) con la finalidad de exigir justicia.
La madre de familia asistió junto con un grupo de al menos 15 personas a una reunión con la ombudsman Rosario Piedra Ibarra. Durante la conversación, la mujer exigió justicia para su hija Lya, quien en 2017 y con cinco años de edad, fue víctima dentro del colegio al que asistía en San Luis Potosí.
La señora Alemán advirtió que no se moverá del lugar hasta que la CDNH se pronuncie sobre la violación de su hija y esta mañana el organismo confirmó que la inconforme sigue en su edificio.
De acuerdo con los dos videos difundidos por el colectivo feminista “Colectiva Independiente Revueltas”, la mujer sentenció que ya se cansó de tener que interponer denuncia tras denuncia y que a pesar de todo las responsables del abuso sexual contra su hija sigan libres.
“Estoy aquí en la sala de juntas de Rosario de Piedra (Rosario Piedra Ibarra) y me he amarrado (a la silla) porque ya me querían mandar otra vez a poner otra denuncia. Ya me cansé. Mi niña, es una niña que merece ser defendida por los derechos humanos. Pero no, todo un Estado le ha pisoteado sus derechos, ha hecho con ella lo que quiere, y no solo por Lya, por todas las niñas y todos los que son víctimas, ya basta” (sic), aseguró la señora Marcela Alemán, en el primer video difundido por el colectivo feminista.
En un segundo clip, la mujer salió al balcón de las oficinas de la Comisión Nacional, ubicadas en el Centro Histórico, para expresar su enojo.
“Aquí voy a seguir atada, porque ya no quiero palabras, quiero que la violadora (de su hija) esté en la cárcel como las otras, porque no fueron vinculadas porque mi hija no dio tiempo, fecha y hora de su violación. Por todo un Estado corrupto, exijo justicia, que se me atienda conforme a derecho. Que vivan las mujeres, que vivan las madres luchistas, que vivan” (sic), finalizó.
Sin embargo, esta mañana la CNDH indicó que los motivos de esta protesta son responsabilidad de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV).
Los antecedentes
En 2017, cuando Lya tenía 5 años de edad, fue violada por las profesoras y psicóloga del colegio Luis Gonzaga Urbina, ubicado en Rioverde, San Luis Potosí.
De acuerdo con un fragmento de la denuncia presentada por su madre y dada a conocer por algunos medios de comunicación, la tarde del 8 de marzo de ese año, la pequeña le narró que fue golpeada por su maestra en los senos, estómago y en sus partes íntimas (le introdujeron un dedo).
Aunque María de Teresa de Jesús R. G. e Ivette del Carmen M. Z. fueron identificadas como presuntas implicadas, solo María de Teresa de Jesús fue procesada, pero fue fue liberada un año y ocho meses después por tres jueces, quienes resolvieron que las pruebas en su contra “no estaban claras”, aunque existía un dictamen médico y psicológico que acreditaba la violación.