La versión de una posible alianza PRI-PAN para la alcaldía de Parral no le cayó en gracia a casi nadie, en ningún partido. Mario Vázquez ya advirtió a sus muchachos que está prohibido fraternizar con el enemigo y, peor aún, considerar posibles alianzas con el que ha sido su rival electoral histórico.
Y es que la reunión de Miguel Jurado con César Duarte, amigos de muchos años, le provocó úlceras entre los peces gordos de ambos partidos, más aún en César Dajlala, quien quedaría en ridículo, y más aún Gabriel Sepúlveda, quien ya se siente el nuevo monarca en la tierra de Pancho Villa.
Aun así, hubo algunos panistas que defendieron la iniciativa, por lo que su líder salió de inmediato a amagar con llevar el caso a la nunca bien ponderada inquisición albiazul, pero no contaba con que Miguel Jurado renunciaría, dejándole la vacante tirada.
Con 20 puntos de ventaja en las encuestas, Jurado le da un golpe al PAN del que no podrá reponerse y el gobernador anotó otro gol, pues recupera esta plaza, emblemática para él, y genera en sus adversarios un impacto y desánimo que repercutirá en todo el estado.
Ante este escenario, lo más probable es que Jurado renuncie al PAN, o lo echen, pues esto es una alta traición al panismo, tan acostumbrado ya a lidiar con ellas.
Pero la rabia de Mario Vázquez no acabó allí. Luego de hacerse el occiso para evitar dar viáticos a los delegados nacionales que participarán en la Asamblea Nacional del PAN este fin de semana, en la Ciudad de México. Finalmente tuvo que aflojar los morlacos, ante las amenazas de los delegados de no acudir si el CDE no corría con los gastos.
Por otra parte, la convocatoria del PAN para el registro de candidatos se publicará a principios de la próxima semana, y los interesados como el regidor Paco Navarro ya pidieron licencia para participar.
Mientras, en el PRI, las candidaturas siguen pendientes. El desayuno del gobernador con los aspirantes en un Sanborn´s de Chihuahua no fue más que una inyección más de suspenso. La decisión final se sabrá hasta el lunes.
Esta estrategia pretende amarrar las manos con esperanzas a los aspirantes, quienes temen, ilusamente, ser los elegidos y echar todo a perder con un arranque de pasión electoral. Pobres.
Fue en ese desayuno donde, al parecer por casualidad, apareció Carlos Borruel, quien al ser entrevistado, expresó su rechazo a una posible alianza con el PRI, pero paradójicamente fue invitado en ese momento por Miguel Ángel González para saludar al gobernador, quien, medio en broma medio en serio, lo invitó a aliarse, “al cabos está de moda”.
Borruel, sincero, se limitó a responder “si así me van a crucificar”, y es que al igual que Cruz Pérez Cuellar y en menor medida Javier Corral, tienen cuentas pendientes ante la comisión de Orden del partido, y se espera cuando menos una suspensión.
Mientras, en el Gobierno del Estado, Javier Garfio ya organiza una magna rueda de prensa sobre el ViveBus. Muchos considerarían esto un espaldarazo a Garfio, pero no necesariamente es así, ya que esta obra estará presente en las campañas, con o sin Garfio como candidato.
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