Londres, Inglaterra.- Miles de británicos se manifestaron el sábado en el centro de Londres contra los recortes del gasto público y el aumento de los impuestos decretados por un gobierno que se enfrenta a acusaciones de ser dirigido por una élite alta.
De igual manera, miles de italianos marcharon en Roma para protestar contra los recortes sociales, despidos y cierres de fábricas, e instaron al Gobierno del primer ministro Mario Monti a hacer más por ayudar a los trabajadores afectados por la recesión.
Descontento británico
Haciendo sonar bocinas y silbatos, los manifestantes británicos pasaron frente al Parlamento tras una pancarta que declaraba «La austeridad está fracasando», y pidiendo al primer ministro, David Cameron, que haga más por reavivar la economía británica.
La protesta se celebra en momentos en que la coalición conservadora liderada por Cameron se tambalea por la dimisión el viernes de un ministro acusado de llamar «chusma» a la policía, un insulto de miembros de case alta contra la gente trabajadora.
«Si la clase trabajadora hace huelga durante un día, veremos quién dirige este país», dijo Nick Chaffey, de 48 años, un simpatizante del Partido Socialista casado con una profesora a la que se le ha recortado el sueldo.
«Tengo amigos que están en situaciones desesperadas, viviendo con el miedo de perder su trabajo y su casa», aseguró.
El partido de Cameron se ha enfrentado a titulares negativos por la marcha de Andrew Mitchell, jefe de los conservadores en el Parlamento, cuatro semanas después de insultar a la policía que vigilaba las puertas de la oficina de Cameron en Downing Street.
Otro escándalo que implicaba al ministro de Finanzas George Osborne, que se sentó en el vagón de primera clase de un tren con un billete de turista antes de pagar por la mejora, agregó munición a los críticos que dicen que los conservadores son privilegiados y están fuera de la realidad.
«¿Quién se piensan que son?», preguntaba el diario Daily Mail en su portada, mientras que el Financial Times decía que las malas noticias sobre Mitchell y Osborne pusieron fin a «una semana lúgubre para los Tories», el partido de centro derecha que va rezagado en las encuestas.
Bajo un cielo gris otoñal, los manifestantes portaban pancartas que decían «No a los recortes», «Grava a los ricos, enseña a los pobres» y «Chusma del mundo, únete», bromeando sobre la dimisión de Mitchell.
Otros llevaban panfletos decorados al estilo del Viejo Oeste que decían «Se busca» junto a la foto de Cameron y el mensaje «Por liderar un gobierno por y para los millonarios».
Enfermeras, limpiadores, bibliotecarios y conductores de ambulancia estaban entre los miles de personas que se unieron a la marcha en Hyde Park, en una de las mayores manifestaciones contra las medidas de austeridad de este año.
También se celebran marchas en Belfast, Irlanda del Norte, y en Glasgow, Escocia.
Los líderes de los sindicatos están intentando usar la manifestación para ejercer más presión sobre Cameron, diciendo a los manifestantes que el plan económico de Cameron ha fracasado y sólo ha prolongado la recesión británica.
«La austeridad no está funcionando. Está golpeando a los más pobres y a los más vulnerables», dijo Brendan Barber, líder del Congreso de Sindicatos, un grupo que representa a 54 sindicatos.
Italianos claman por lo mismo
«Estamos aquí para apoyar a todos los trabajadores que están en disputa con sus compañías durante esta crisis económica», dijo el manifestante Michele Giuliva tras sumarse a la manifestación organizada por el sindicato izquierdista CGIL, el mayor de Italia.
«El Gobierno sólo está pensando en los bonos», declaró.
Los italianos afrontan un prolongado estancamiento económico, el desempleo ha subido a su mayor nivel desde que empezaron a tomarse los registros mensuales en el 2004 y los sindicatos están empantanados en disputas con las compañías por cierres de plantas y despidos.
Las medidas de austeridad aprobadas para reducir la deuda y mejorar la situación del país en los mercados de bonos tras el reemplazo del ex primer ministro Silvio Berlusconi el año pasado han avivado el descontento popular, mientras las alzas de impuestos, reformas a las pensiones y los recortes de gastos se devoran los ingresos de las familias.
Trabajadores de todos los sectores de la industria reunidos fuera de la Basílica de San Juan, un tradicional punto de encuentro de manifestantes de tendencia izquierdista, ondeaban globos rojos y carteles con eslóganes que decían: «Vete Monti».
La secretaria del CGIL, Susanna Camusso, criticó al Gobierno en un feroz discurso, al decir que la austeridad no había funcionario y que los legisladores deberían centrarse en formasdestinadas a alentar la inversión y el empleo.
«Sus políticas han impactado la capacidad de consumo y nolograron proteger a la industria y a los trabajadores. Esta esla razón por la cual el país está en una recesiónextraordinariamente profunda», declaró.
El evento del sábado fue la última de una serie de protestascontra el Gobierno italiano, y coincide con el creciente númerode manifestaciones y huelgas que afectan a países en crisis delsur de Europa como España y Grecia.
Los posibles cierres de fábricas, como el la planta dealuminio de Alcoa en Cerdeña y la instalación de acero de Ilvaen el sur de Italia, han generado airadas protestas yparalizaciones de trabajadores que temen perder sus empleos.
Agencias
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