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Mitos sobre cómo curar un resfriado o una gripe

Las epidemias de gripes y resfriados están a la vuelta de la esquina en España. Como todos los años, son los meses de diciembre y enero los que marcan el pistoletazo de salida de estas enfermedades infecciosas respiratorias que se extienden entre las poblaciones con extrema facilidad.

Durante esta época se saturan las urgencias de los hospitales, se incrementa el absentismo laboral y los medios de comunicación se llenan de anuncios con tratamientos sintomáticos para gripes y resfriados.

Las empresas que venden productos para estas enfermedades leves (salvo para la población de riesgo) saben perfectamente que en esta época gran parte de la población va a recurrir a todo lo que tenga a mano para aliviar su sufrimiento. De hecho, el 52 % de los españoles reconoce que se automedica para dolencias leves y las gripes y resfriados no son, ni mucho menos, una excepción.

La cultura popular está llena de mitos para enfrentarse a gripes y resfriados que, además, se repiten constantemente cada año. No solo llevan a prácticas sanitarias sin ningún beneficio, sino que desvían la atención de medidas útiles para aliviar los síntomas de estas enfermedades infecciosas y poner freno a su expansión entre las personas. A continuación, vamos a mostrar una panorámica de estas afirmaciones sin base científica.

Mitos: la realidad más allá de la ficción
«Cura la gripe o el resfriado». No existe nada, en la actualidad, que cure dichas enfermedades infecciosas. Ni los remedios caseros, ni los fármacos como el paracetamol o el ibuprofeno y ni siquiera los tratamientos médicos antivirales (que solo se emplean en la población vulnerable) curan estas dolencias. En el mejor de los casos, los tratamientos aliviarán los síntomas, haciendo que el padecimiento sea más llevadero, y, en el caso de los antivirales, pueden acortar un poco la duración de la enfermedad. En general y como dice el dicho, una gripe o un resfriado dura 7 días sin medicación y una semana con ella.

«La homeopatía, la equinácea, la vitamina D, el ginseng, el ajo, el propóleo y la jalea real son útiles para tratar la gripe y el resfriado». Ninguno de estos productos ha demostrado en ensayos clínicos tener más utilidad que un placebo (sustancia sin ningún efecto farmacológico) ya sea en aliviar los síntomas o en prevenir estas enfermedades. Recurrir a ellos para tal fin es una pérdida de tiempo y dinero.

«Tomar vitamina C previene las gripes y resfriados». Por mucho que se recomiende tomar muchos cítricos como las naranjas para evitar estas dolencias, lo cierto es que la utilidad de la vitamina C es prácticamente nula. Diferentes ensayos clínicos no han visto ningún beneficio por tomar suplementos de vitamina C en la población general. Un ensayo clínico observó que tomando 200 mg de esta vitamina todos los días del año, podrías sufrir un día menos de resfriado (11 días, en lugar de 12), aunque otros estudios no han observado tal beneficio. En cualquier caso, empezar a tomar vitamina C con los primeros síntomas es del todo inútil. Solo se ha visto un grupo de personas en las que la vitamina C podría merecer la pena: los deportistas de élite como esquiadores y corredores de maratón. Una investigación observó que estas personas tenían la mitad de riesgo de padecer un resfriado si tomaban vitamina C a partir de ciertas dosis.

«La cebolla, el Vicks VapoRub y los mucolíticos son útiles para tratar la congestión nasal». Estos productos no han demostrado su utilidad para aliviar dicho síntoma para gripes ni resfriados. Además, se ha observado que el Vicks VapoRub, lejos de aliviar la mucosidad, puede estimular la producción de mocos, empeorando aún más el problema. Esto se debe a la presencia de sustancias como el mentol. En modelos animales, este producto también provocaba que los cilios en las vías respiratorias funcionasen peor, dificultando la expulsión de moco. Sobre los mucolíticos, no han demostrado en ensayos clínicos que fluidifiquen el moco y que ayuden a su aclaramiento y expectoración durante gripes y resfriados. Además, no están exentos de efectos adversos, ya sean leves (vómitos, diarreas, náuseas…), como graves (eritema multiforme, reacciones anafilácticas). Debido a ello, su uso está totalmente desaconsejado. Por otro lado, aunque esté muy de moda la colocación de una cebolla partida cerca de una persona con gripe o resfriado, se trata de un acto sin ninguna base detrás. Ni ayuda a aliviar la congestión nasal, ni la tos ni otros síntomas. Tampoco la ingesta de jugo de cebolla ha demostrado ningún beneficio en ese sentido.

«¡Si no te abrigas, te vas a resfriar! No salgas con el pelo mojado y evita los cambios de temperatura y las corrientes de aire». La causa detrás de las gripes y resfriados son los virus y para que suframos estas enfermedades debemos estar expuestos a ellos. Esto ocurre prácticamente siempre en el interior de edificios o vehículos de transporte donde tocamos superficies con dichos virus o respiramos gotitas en suspensión en el aire con estos microorganismos que proceden de personas que estornudan, tosen… La razón por la que las gripes y resfriados son más comunes durante los meses más fríos se debe a una combinación de factores: las personas pasan más tiempo juntas en interiores, los virus suelen sobrevivir mejor en ambientes fríos y con baja humedad y, además, con el frío nuestras mucosas respiratorias son menos efectivas a la hora de defenderse de los virus. En cualquier caso, la expresión “he cogido frío y me he resfriado” tiene el mismo sentido que decir “he cogido mocos y me he resfriado”. Precisamente, la sensación de frío es uno de los primeros síntomas de gripes y resfriados.

«Si tomo antibióticos me pondré mejor de la gripe o del resfriado». Un 48 % de los españoles cree que los antibióticos matan virus, un 45 % que los antibióticos son efectivos contra gripes y resfriados y alrededor de uno de cada cinco llega a automedicarse con antibióticos para tales enfermedades. Estas ideas y prácticas no tienen ningún tipo de respaldo, ni científico ni de sentido común. Los antibióticos solo actúan contra las bacterias, pero los microorganismos que provocan las gripes y resfriados son virus. No solo es un tratamiento totalmente ineficaz, sino que se incrementan las posibilidades de que aparezcan superbacterias resistentes a antibióticos.

«La vacuna de la gripe me ha provocado la enfermedad». La vacuna que se administra a la población contiene un virus inactivo que es incapaz de provocarte una gripe. Ahora bien, entre los efectos adversos que pueden aparecer se encuentran una fiebre baja (febrícula), cierto malestar y dolor de cabeza, síntomas que pueden aparecer con la administración de otras muchas vacunas como consecuencia de la activación del sistema inmunitario. Estos efectos son prácticamente siempre más ligeros y breves que los síntomas que provoca la gripe.

Verdades: la cruda realidad
Lo más efectivo para enfrentarse a las gripes y resfriados y reducir las posibilidades de sufrirlos es la prevención. El lavado frecuente de las manos con agua y jabón es la medida más efectiva y barata para poner freno a las epidemias de gripes y resfriados. Además, si se evita, en la medida de lo posible, salir de casa cuando se padece estas enfermedades infecciosas respiratorias, estarás evitando que otras personas se contagien. Estornudar sobre el codo, en lugar de sobre la mano, también reduce las posibilidades de extender los virus por las más variadas superficies. Las prácticas de lavarse las manos con frecuencia y estornudar sobre el codo deberían llevarse a cabo siempre, pues entre un 20 y un 30 % de las personas que están infectadas por el virus de la gripe pueden transmitirlo sin mostrar síntomas.

Si la gripe o el resfriado ya están haciendo estragos en tu cuerpo las medidas a cumplir son sencillas: reposo en casa, mucha agua para hidratarse, paracetamol para aliviar los síntomas y evitar ir a lugares con aglomeración de gente. Tampoco se recomienda que la población general acuda al médico por una gripe o un resfriado, si no hay señales de alerta. Así se evita que personas enfermas en hospitales y centros de salud estén expuestas a los virus que causan estas enfermedades. Por último, se ha comprobado que la miel puede ser de utilidad para aliviar la tos, aunque se desaconseja su uso en bebés menores de un año por el riesgo de botulismo.

Fuente: Hipertextual

Revista

Revive la espectacular inauguración de los juegos olímpicos de Paris 2024

Con el Sena como escenario y el espectáculo aguado por la lluvia, París 2024 repasó los hitos de la historia de Francia siguiendo a un misterioso encapuchado que portaba la llama, con momentos de protagonismo para la Revolución, la literatura, el cine y un homenaje a mujeres como Simone Veil o Simone de Beauvoir.

El espectáculo concebido por Thomas Jolly se dividió en doce segmentos que se fueron sucediendo desde la salida de la delegación de Grecia, desde el puente de Austerlitz, a la cabeza de los 85 barcos que transportaron a las 205 delegaciones olímpicas.

La inspiración de ‘La vie en rose’ primero y Lady Gaga después, con un número de cabaret, fueron la primera gran actuación musical, antes de llegar entre acrobacias a la zona de la catedral de Notre-Dame (aún cerrada por la restauración del incendio que sufrió en 2019), con un guiño a la literatura de Victor Hugo y a su popular personaje Quasimodo.

‘Los miserables’, ‘La libertad guiando al pueblo’ y ‘La Gioconda’ -que a pesar de ser el cuadro mejor custodiado del Louvre, llegó a manos de los minions de la saga ‘Despicable Me’- fueron otras obras artísticas icónicas de la cultura francesa que tuvieron sus momentos de protagonismo a medida que el desfile cruzaba la ciudad.

Fue al paso del encapuchado (de aspecto similar al protagonista de la saga de videojuegos Assassin’s Creed) con la llama por la Conciergerie, un palacio donde estuvo prisionera María Antonieta, cuando sonaron las guitarras más potentes de la noche para recordar la Revolución francesa.

La voz de Marina Viotti y el grupo metalero Gojira se encargaron de recordar la ira del pueblo con la canción revolucionaria ‘Ah, ça ira’, en uno de los momentos más vibrantes del espectáculo.

La lírica la puso después la ópera ‘Carmen’, del francés Georges Bizet, y también la mezzosoprano Axelle Saint-Cirel al cantar el himno de Francia, ‘La marsellesa’, desde el tejado del imponente Grand Palais, que ha sido restaurado para poder acoger varias de las pruebas olímpicas de París 2024.

Ese momento solemne se aprovechó para homenajear a grandes mujeres de la historia, como la escritora e icono feminista Simone de Beauvoir, la política Simone Veil (que impulsó la legalización del aborto en Francia), la cineasta Alice Guy o la pionera del deporte femenino Alice Milliat.

La moda, el cine y la francofonía

La lengua de Molière también tuvo su espacio con la actuación de la franco-maliense Aya Nakamura (la artista más escuchada actualmente en francés en todo el mundo), que interpretó dos de sus grandes éxitos acompañada por la Guardia Republicana ante el Instituto de Francia.

La moda, con un desfile de talentos emergentes -para no olvidar que París es la gran pasarela mundial y capital de la alta costura- , y un recordatorio de la invención del cine por parte de los hermanos Lumière fueron otros pasajes destacados de la noche.

Más internacional fue el capítulo dedicado a Europa al ritmo de ‘The Final Countdown’ (del grupo sueco Europe) y el mensaje de paz que lanzó desde una isleta artificial la cantante Juliette Armanet con una versión de ‘Imagine’.

Un caballero plateado que hizo todo el recorrido a galope sobre el agua -cuando los últimos atletas habían llegado ya a la parada final, el puente de Jena entre la torre Eiffel y los jardines del Trocadero- sirvió en la recta final para hacer repaso de la historia del olimpismo moderno, que también tiene raíces francesas gracias al barón Pierre de Coubertin.

Ese jinete llevó la bandera de los cinco anillos para ser izada frente a la torre Eiffel antes de que se escuchara el himno olímpico, los discursos oficiales y la declaración de apertura, que correspondió como es tradicional al jefe de Estado del país anfitrión, en este caso Emmanuel Macron.

El encapuchado con la llama llegó justo después, para entregársela al futbolista Zinedine Zidane, quien a su vez se la entregó al tenista español Rafael Nadal -desatando un pequeño momento de locura en el Trocadero- para llevarla de vuelta hacia el museo del Louvre junto a otras tres leyendas del deporte: Serena Williams, Nadia Comaneci y Carl Lewis.

Fueron finalmente los franceses Marie Jose Perec y Teddy Riner los encargados de prender el pebetero, un globo aerostático que se elevó al cielo en Tullerías, mientras en lo alto de la torre Eiffel hacía su aparición triunfal la canadiense Céline Dion, cantando el ‘Hymne à l’amour’ de Edith Piaf, con un portentoso chorro de voz pese a la grave enfermedad neurológica que padece.

https://www.youtube.com/live/S7_0QuGodtE?si=4UG224KKUr8y0R5b

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