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Revista

Si no es por el físico, no me hubieran dado una oportunidad: Salma Hayek

Salma Hayek y Eugenio Derbez interpretan a dos hermanos completamente opuestos en «How to be a Latin Lover», una comedia donde la actriz vuelve a demostrar su destreza en el género, aunque es consciente, según reconoció a Efe, de que en Hollywood lo habría tenido muy complicado sin su físico.

«Si no es por eso, no me hubieran dado la oportunidad. Me ayudó a entrar», admitió la mexicana al ser preguntada si fue duro que al comienzo de su carrera, con «Desperado» (1995) y «From Dusk Till Dawn» (1996), fuera valorada principalmente por sus célebres curvas.

«Es frustrante porque, si no es por eso, no entras. Pero hay mucho más, tú quisieras que vieran más de eso… y no. Pero es lo bonito de llegar a esta edad, donde no es tan obvia la belleza. Con una trayectoria de 25 años de conocerte, la gente ve que hay algo más», agregó.

La de Coatzacoalcos, de 50 años, lamentó que la industria se demorara tanto en darle una oportunidad para hacer comedia, algo que llegó de la mano de su amigo, el actor estadounidense Adam Sandler, en «Grown Ups» (2010), y que continuó en obras como «Here Comes the Boom» (2012) y «Grown Ups 2» (2013).

«Siempre fue mi fuerte y siempre fue lo que quise hacer. De no ser por él, seguiría sin hacer comedia. Aunque tal vez Eugenio me hubiera dado una oportunidad porque me conoce realmente», manifestó.

Resto del mundo

Sam Altman advierte: las conversaciones con ChatGPT podrían usarse como evidencia en tribunales

El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, lanzó una advertencia sobre el uso excesivo de ChatGPT, especialmente entre jóvenes que recurren a la inteligencia artificial para obtener consejos personales o emocionales. Su principal señalamiento: las conversaciones mantenidas con la IA no están legalmente protegidas como lo estarían las que se tienen con un abogado o un terapeuta.

De acuerdo con declaraciones recogidas por el medio Telegrafi, Altman enfatizó que la información personal compartida con ChatGPT podría ser utilizada como prueba en un juicio. Esto abre una serie de implicaciones legales para quienes confían detalles delicados a la plataforma, creyendo que son confidenciales.

«Muchas personas le cuentan a la inteligencia artificial detalles muy personales de sus vidas», advirtió Altman. «Pero esa información no goza del mismo nivel de privacidad que sí existe, por ejemplo, entre un paciente y un profesional de salud mental».

Además, Altman expresó su preocupación por la creciente dependencia emocional e intelectual de la IA, en especial entre los más jóvenes. Señaló que considerar a ChatGPT como “la voz final” para tomar decisiones importantes en la vida es un error peligroso.

Ante este panorama, el CEO de OpenAI aseguró que la empresa está trabajando activamente en soluciones que promuevan un uso más responsable de la inteligencia artificial, y que se acerquen a los estándares éticos y de privacidad que rigen en otras profesiones sensibles.

Esta advertencia refuerza la necesidad de entender los límites legales y éticos del uso de IA, especialmente en contextos personales o sensibles.

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