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México

“No hay conflicto de aranceles, es muy buena la relación comercial con EU”, dice AMLO tras reunión con funcionarios

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró este martes que la reunión que tuvo ayer con senadores estadounidenses en Palacio Nacional se realizó en un ánimo cordial. Destacó que la relación comercial entre ambos países es “buena” y que no hay conflictos arancelarios.

En su conferencia matutina, López Obrador dijo que los principales temas tratados fueron asuntos bilaterales, el T-MEC, la migración y el fortalecimiento de América Latina ante el avance de otras regiones como Asia.

 

“No hay conflictos de aranceles, de ninguna medida que impida que podamos importar y exportar libremente. Eso ayuda mucho, el que por ejemplo nuestros agricultores que se dedican a la exportación no tengan ninguna barrera arancelaria o algún obstáculo que tenga que ver con la sanidad vegetal, animal. No hay embargos de por medio, o sea, es muy buena la relación comercial”, afirmó López Obrador.

Minutos después, el presidente retomó el tema al hablar del rezago económico y comercial que tiene el continente americano con respecto a Asia.

Comentó que, personalmente, ha dicho al presidente y vicepresidenta de Estados Unidos que México busca un equilibrio en ambos rubros sin tener que llegar a conflictos bélicos.

“No queremos la confrontación, de ahí la importancia que tenemos de ayudarnos mutuamente en América para que no sea desplazado nuestro continente en las relaciones económicas y comerciales”, dijo.

El presidente mencionó que también se trató el tema de la vacunación en la frontera a fin de abrirla pronto. Aseguró que la vacunación en Baja California está al mismo nivel que California, Estados Unidos.

“De acuerdo con el informe de Rosa Icela, hoy concluimos vacunación en Sonora. Vamos a ChihuahuaCoahuilaNuevo León y Tamaulipas. Vamos a usar la vacuna de Pfizer para terminar de vacunar a toda la franja fronteriza y poder abrir lo más pronto posible”, comentó.

Anoche, el presidente sostuvo una reunión presencial con senadores de Estados Unidos, así como con el encargado de Negocios de la Embajada, John Creamer.

En su cuenta de Twitter, López Obrador mostró una imagen en la que se le ve en una de las oficinas de Palacio Nacional durante el encuentro con los demócratas Tim Kaine, senador por Virginia, y Ben Ray Luján, senador por Nuevo México.

De los funcionarios del lado mexicano, estuvieron con el presidente Marcelo Ebrard, canciller mexicano; Esteban Moctezuma, embajador de México en Estados Unidos, y Roberto Velasco, jefe de la Unidad para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

México

Gentrificación en CDMX: crecimiento urbano que desplaza a sus habitantes

Colonias como la Roma, Condesa, Juárez y San Rafael se han convertido en epicentro de protestas vecinales por el aumento desmedido en las rentas, el despojo inmobiliario y la pérdida de identidad barrial. El fenómeno detrás de estas inconformidades es la gentrificación, un proceso urbano que, aunque para algunos simboliza renovación, para otros representa expulsión, desigualdad y ruptura social.

La gentrificación ocurre cuando barrios de clase trabajadora reciben fuertes inversiones económicas y una oleada de nuevos habitantes con mayor poder adquisitivo. Este cambio trae consigo mejoras en infraestructura y servicios, pero también incrementos abruptos en el precio de rentas y propiedades, desplazamiento de residentes originales y una transformación profunda en la cultura e identidad del barrio.

En la Ciudad de México, el fenómeno se ha intensificado con la llegada de nómadas digitales y extranjeros atraídos por el bajo costo de vida, quienes elevan la demanda de vivienda en zonas céntricas. Esto ha generado una turistificación desmedida, en la que muchas viviendas se destinan a rentas de corta estancia (como Airbnb), reduciendo la oferta para los habitantes locales.

A ello se suma la presión de desarrolladores inmobiliarios para que inquilinos tradicionales abandonen sus viviendas, con el fin de remodelarlas o demolerlas y construir nuevos complejos de lujo. Tiendas de abarrotes y fondas han sido reemplazadas por cafeterías de cadena y boutiques, alterando la vida comunitaria.

Además, la desigualdad urbana se agudiza: quienes no pueden pagar los nuevos precios se ven obligados a mudarse a zonas más lejanas, con mayores tiempos de traslado y menor acceso a servicios básicos.

En respuesta, colectivos ciudadanos y legisladores han exigido medidas que regulen el mercado inmobiliario, protejan a los arrendatarios y prioricen un desarrollo urbano equitativo. La gentrificación, advierten, debe atenderse antes de que transforme por completo el rostro y el alma de la capital.

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