El aire tóxico de Nueva Delhi, en India, que permanece en niveles “peligrosos” desde hace más de una semana, está aumentando de manera sustancial el número de pacientes con problemas respiratorios en las salas de emergencia de los hospitales, una crisis a la que se han unido este año los antiguos enfermos de coronavirus.
Las partículas tóxicas, que forman una espesa niebla gris en esta ciudad de unos 20 millones de habitantes, provoca una lenta pero progresiva disminución de la capacidad pulmonar, según los expertos.
Hay un aumento de entre el 30 y el 35 por ciento de pacientes con problemas respiratorios debido al aire contaminado, enfermedades respiratorias crónicas como asma, obstrucción pulmonar crónica, y enfermedades pulmonares restrictivas”, dijo a Efe el jefe de Medicina Respiratoria del Hospital Manipal de Delhi, Puneet Khanna.
Los síntomas generales son dolor de cabeza, vómito, náuseas, sinusitis, irritabilidad, dolor en la parte superior del pecho, en ocasiones asociados a síntomas neurológicos como la migraña y el insomnio.
El índice de calidad del aire (AQI) promedio se mantuvo este miércoles alrededor de los 400 en su hora punta, al límite entre la categoría “muy pobre” y “severa”, mientras algunas áreas rozaron los 500, que es el nivel máximo de la escala.
Este nivel de AQI “afecta a las personas sanas y afecta gravemente a quienes padecen enfermedades existentes”, según la escala del Centro Nacional para el Control de la Contaminación.
Buena parte de la contaminación está provocada por la concentración de partículas PM2.5 en el aire, cuya inhalación se considera de riesgo para el sistema respiratorio y cardíaco.
Lo que hemos visto es que los síntomas son mayores en las personas que permanecen en exteriores por más horas, como alguien que maneja vehículos (abiertos) y conduce durante todo el día, o quienes están por muchas horas al aire libre”, apuntó Khanna.
Pero esta situación no es nueva, y se repite todos los años por estas fechas, por lo que en el caso de los que sufren una enfermedad respiratoria “es una rutina para nosotros optimizar su medicación o aumentarla en este periodo” del año, agregó.
Aunque en esta ocasión, apunta, la pandemia, sobre todo la grave segunda ola que padeció la capital entre abril y mayo con hospitales colapsados con falta de oxígeno médico, ha aumentado también el número de personas vulnerables a las enfermedades respiratorias al encontrarse debilitados tras haber padecido el COVID-19.
Pacientes que tuvieron COVID-19 en abril o neumonía, ese grupo ahora también viene a nosotros con un aumento de los síntomas respiratorios”, relató el especialista.