El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al-Hussein, acusó a algunos periodistas y tabloides británicos de incitar al odio contra inmigrantes.
En particular, citó al tabloide The Sun y el artículo de Katie Hopkins, que publicado el pasado día 17 llamó a los inmigrantes “cucarachas” , tipo de lenguaje que va en contra de las obligaciones del país en virtud del derecho nacional e internacional.
En un mensaje a la prensa, Zeid urgió al gobierno de Londres, legisladores y medios de comunicación a frenar ese tipo de discurso.
Comparó dicho artículo y su lenguaje instigador, con los que precedieron al genocidio de Ruanda en 1994 y señaló que es solamente uno de los ejemplos “más extremos de miles de artículos contra los extranjeros que han aparecido en los tabloides de Reino Unido en las últimas dos décadas”.
El Alto Comisionado también pidió a todos los países europeos a adoptar una línea más firme sobre el racismo y la xenofobia, ya que «con el pretexto de la libertad de expresión, se les permite alimentar a un círculo vicioso de vilipendio, intolerancia y la politización de los inmigrantes, así como de las minorías marginadas europeas, como los gitanos”.
Esto, subrayó Zeid, no sólo está socavando la compasión por los miles de personas que huyen del conflicto, violaciones de los derechos humanos y la privación económica, cuestiones que están provocando las muertes trágicas de inmigrantes en el Mediterráneo.
El artículo de la columnista del The Sun inició con el siguiente texto: «Muéstrame fotos de ataúdes, muéstrame cuerpos flotando en el agua, música de violines y personas delgadas con cara de tristeza. No me importa”.
En otra parte del artículo describió a los migrantes como “una plaga de humanos salvajes”, los comparó con “un nuevo tipo de virus” y dijo que algunas ciudades británicas “han sido plagadas con sarna por enjambres de migrantes y solicitantes de asilo”.
Asimismo incitó a la violencia, pues defendió el uso de lanchas cañoneras diciendo que “la perforación de algunos agujeros en la parte inferior de cualquier cosa sospechosamente parecida a un barco sería una buena idea también”.
Zeid subrayó que un lenguaje muy similar fue empleado por el periódico Kangura de Ruanda y Radio Mille Collines durante el período previo al genocidio de 1994, en ese entonces el columnista dijo: “»no se equivoquen, estos migrantes son como las cucarachas”.
Este tipo de lenguaje es claramente inflamatorio e inaceptable, sobre todo en un diario de circulación nacional, consideró Zeid, quien señaló que los editores del The Sun decidieron publicar el artículo, y -si se encuentra en violación de la Ley- deben ser considerados responsables junto con el autor”.
El lunes, una ONG británica, la Sociedad de Abogados Negros, informó sobre el asunto a la Policía Metropolitana de Reino Unido y pidió que sea investigado bajo la Ley de orden público de 1986 para ver si el artículo constituye una incitación al odio racial.
El Alto Comisionado instó al gobierno de Londres a que presente una seria y fuerte reclamación al respecto y examine más de cerca la cuestión de la incitación al odio por la prensa sensacionalista y otros sectores de la sociedad.
“Soy un defensor inquebrantable de la libertad de expresión, garantizado por el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), pero no es absoluta”, señaló
“El artículo 20 del mismo Pacto dice: ‘Toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituya incitación a la discriminación, la hostilidad o la violencia, estará prohibida por la ley’”, recordó.
Agregó que “si bien las cuestiones de migración y refugiados son temas totalmente válidos para el debate público, es imperativo que las decisiones de política migratoria que afectan la vida de las personas y sus derechos humanos fundamentales, deben hacerse sobre la base de los hechos, no en ficción, exageración o flagrante xenofobia”.
“La historia nos ha demostrado una y otra vez los peligros de demonizar a los extranjeros y las minorías, y es extraordinaria y profundamente vergonzoso ver este tipo de tácticas que se utilizan en una variedad de países, simplemente porque el racismo y la xenofobia son tan fáciles de despertar con el fin de ganar votos o vender periódicos”, valoró.
Fuente: Plano Informativo