Conecta con nosotros

Salud y Bienestar

Operan en Jalisco a una de las adolescentes más gordas del mundo

Tras ser sometida a una cirugía para combatir su problema de obesidad, Dayana Camacho de 14 años se recupera de manera satisfactoria en Guadalajara, Jalisco.

Con un peso de 195 kilos, la mexicana es considerada una de las adolescentes más obesas del mundo.

Su condición que le impide moverse libremente y deteriora su salud.

Según publica el periódico ABC, Dayana ingresó al quirófano del Hospital Jardines de Guadalajara a las 10:00 horas del martes para ser intervenida por el cirujano bariatra José Antonio Castañeda.

Tras una intervención que duró poco más de una hora para realizarle un bypass gástrico por laparoscopia, la adolescente pasó a reanimación y ya se encuentra en planta, donde permanecerá 72 horas.

Dayana es una adolescente atípica. Por su extremada obesidad le aconsejaron practicar una intervención mixta; es decir, restrictiva y malabsortiva. Un bypass gástrico para combatir de forma radical y efectiva el exceso de peso y tendencia a seguir subiendo», explicó el experto en obesidad que tiene en sus manos el caso.

Se la he practicado por laparoscopia, reduciéndole el estómago a 50 centímetros cúbicos y alejando en casi dos metros la absorción de alimentos», añadió Castañeda.

El médico que tuvo a su cargo la operación señaló que tras dicho procedimiento, Dayana tendrá menor sufrimiento al comer, ya que la reducción de su estómago permitirá que su hambre sacie mucho antes de lo habitual.

Ello provocará que se sacie mucho antes y por tanto no sufra por comer menos, y a la vez su cuerpo actúe en su favor aprovechando exclusivamente aquellos alimentos que necesita, seleccionando los más adecuados», mencionó.

ABC/Excelsior

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto