Se acabaron las vacaciones, llegó el momento de volver a la escuela, pero una vez más… en casa.
Empezamos el segundo semestre de este ciclo escolar, en la misma modalidad. Pero en realidad estamos por cumplir el año en esta situación, y aunque debo reconocer que no ha sido tarea fácil para ninguna de las partes involucradas (niños, maestras y mamás) cada vez mejora esta dinámica.
No digo que sea fácil y habrá quien opine completamente diferente, pero a pesar de que se empieza a hacer pesada esta carga, también es más sencilla de llevar. Y no crean que no me moría de ganas de seguir de vacaciones… de dejar a mis hijos estar en pijamas hasta tarde, de jugar a todo y nada.
Por un momento recordé lo que sentía de niña cuando sabía que volveríamos a la escuela… sí, es una sensación de perder la libertad y un poco de flojera de despertar temprano, trabajar más y hacer tareas, pero también había una emoción de un nuevo comienzo, de volver a ver a las maestras, a los compañeros (aunque sea a través de una pantalla en este caso). Esa emoción de un nuevo comienzo SIEMPRE la sentí también.
Entonces entendí que debía de agarrarme de esta parte emocionante y hacerlo así, ¡para mí también y para transmitírselo a mis hijos!
Bastante bien están tomando esta situación, bastantes cambios han resistido y se han adaptado para vivir de esta manera… ¡así que me motivé para hacerlo yo también!
No tendrán el mejor espacio para trabajar, no seré la mejor y paciente para enseñar, no estarán en la escuela físicamente, pero estoy tratando de que disfruten esta etapa, porque es la que les toca. Y así como yo recordé lo que sentía de niña, deseo que los niños de hoy también tengan ese recuerdo de emoción y nuevas experiencias.
¡Demos un jalón más! ¡Sí podemos! Les quiero transmitir ánimo a todos y desearles un feliz regreso a clases.
Nancy Anahí Toledo Rascón
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