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Opinión

Opinión: Se nos va el año, por Nancy Toledo

Se acerca el final del año e inevitablemente tendemos a pensar en lo que fueron estos últimos 364 días… ¿qué hiciste con todo este tiempo?

Tranquilo. Respira antes de querer salir a reponer las horas de ejercicio que debiste hacer a lo largo de este año, antes de querer adoptar una mascota, leer tres libros y acomodar tu closet.

No lo hiciste y no hay por que entrar en pánico.

El 2020 aun tiene unos cuantos días para ti….y si algo nos ha enseñado este año pandémico es que los planes cambian y hay cosas que pueden esperar.

A veces hacer planes funciona, pero en el camino siempre hay algo diferente y te encuentras con miles de experiencias que te hacen disfrutar los nuevos rumbos que vas tomando. ¿O no?

Es cierto, la mitad de tu lista que hiciste antes de comenzar este año se quedo sin palomear; pero igual existe algo diferente en ti que hizo cosas nuevas y se propone muchas otras.

Voltea atrás y repasa todo lo bueno, lo divertido y lo inesperado que viviste en este tiempo. Seguramente te vas a notar que quien escribió aquella lista ni siquiera es la misma persona que hoy la está tratando de completar.

Así que deja el remordimiento atrás y aprovecha estos días para hacer lo que realmente importa… háblale a tus amigos, a tu abuelita, a tus hermanos, reza, termina el libro que empezaste, dale un beso a tu papás, quédate 5 minutos arropado en tu cama antes de salir al frio de la ciudad, prende una chimenea, tomate un chocolate con bombones, ¡agradece que sigues aquí! Y sí, también haz tu lista de propósitos para el año que viene… consciente que todo lo que planeas hoy, puede cambiar mañana.

Diciéndolo más sencillo: Disfruta tu año… que no se ha terminado y aun hay muchas cosas por hacer, ¡acábate el 2020 hasta el último minuto!. Y espera que el año que viene sea mejor.

Nancy Anahi Toledo Rascón
Instagram @eso.pienso
Facebook: Eso pienso

Opinión

Diplomacia. Por Raúl Saucedo

Estirar la liga

En un mundo interconectado y globalizado, la diplomacia como máxima de la política entre las naciones se erige como un pilar fundamental para el mantenimiento de la paz, la estabilidad y la cooperación. La importancia de la diplomacia radica en su capacidad para resolver conflictos, fomentar el diálogo y promover el entendimiento mutuo en un escenario internacional cada vez más complejo y diverso.

La diplomacia, en su esencia, consiste en el arte de la negociación y el manejo de las relaciones internacionales entre los países. A través del diálogo y la negociación, los diplomáticos buscan alcanzar acuerdos y soluciones que beneficien a todas las partes involucradas. En un mundo marcado por la interdependencia y la multiplicidad de actores internacionales, la diplomacia se convierte en una herramienta indispensable para abordar los desafíos globales, como el cambio climático, las guerras, la migración y la inequidad de la riqueza.

Conforme a lo antes expuesto querido lector usted habrá de traer a su pensamiento lo recientes sucesos en el país de Ecuador, donde la diplomacia (si es que existió) fracaso a tal modo dejó como estela imágenes de la irrupción de las fuerzas del orden ecuatorianas en la sede diplomática de México en aquel país Sudamericano.

Pero que es lo que esconde este “asalto” y falta grave a la diplomacia internacional, permítame tratar de resumirlo, antes de ello pongo a referencia para su consulta una columna que escribí en el pasado mes de enero donde hablo precisamente del perfil del presidente de ecuador Daniel Noboa (1).

Vayamos pues. La interrupción a una sede diplomática no es una acción tomada a la ligera, sino que implica la participación de fuerzas armadas, empresarios, partidos políticos y miembros del gobierno, y se planifica cuidadosamente considerando sus repercusiones. En el caso del asalto a la embajada de México en Quito por parte de la policía ecuatoriana, se sugiere que esta acción fue plenamente planificada, lo que lleva a cuestionar la verdadera autoridad del presidente ecuatoriano sugiriendo que su padre, el empresario Álvaro Noboa (Perdedor de 5 contiendas presidenciales), ejerce el poder en la sombra. Aunque la crisis diplomática resultante pueda revertirse a corto plazo, Ecuador logra momentáneamente su objetivo de impedir la salida al exilio del ex vicepresidente Jorge Glas Espinel.

Jorge Glas Espinel quien es el epicentro de la disputa diplomática fue vicepresidente de dicho país durante 2 periodos (Rafael Correa y Lenin Moreno), durante ese periodo Glas fue condenado a 8 años de cárcel por recibir sobornos de la constructora brasileña Odebretch, en un caso que abarca diferentes gobiernos de toda América Latina,  entre ellos México.

Jorge Glas Espinel. Salió del gobierno de Lenin Moreno y se entregó a las autoridades para cumplir su condena, pero por medio de los recursos jurídicos pudo obtener la libertad condicional a la mitad de su condena. Los procesos en su contra se mantuvieron y a finales de 2023, ya durante el gobierno de Daniel Noboa, lo citaron para que diera explicaciones

sobre el manejo de fondos sobre el terremoto que había ocurrido en la provincia de Manabí, (7 años antes).

Glas entonces buscó refugio diplomático en la embajada de México. Durante estos meses, las acciones judiciales para que el gobierno de México lo entregara no tuvieron éxito, acogiéndose nuestro país a la figura de “huésped” misma que no existe en el derecho internacional, no fue sino hasta las declaraciones del ejecutivo federal sobre el pasado proceso ecuatoriano donde empezó la tensión entre las naciones, declarando la no gratitud de la presencia de la embajadora de México en Ecuador y la declaración del asilo político de Glas misma que quizá fue tardía y sobre reaccionada ya con el conflicto encima.

Todo lo anterior expuesto desencadenó que la madrugada de este sábado un grupo de uniformados entró por la fuerza y en forma irregular a la sede diplomática y se llevó por la fuerza al dos veces vicepresidente Glas.

A la fecha México ha sido arropado por diferentes naciones y organizaciones internacionales referente a los sucesos, esto no puede marcar una directriz referente al futuro de las naciones, la respuesta tiene que ser enérgica y contundente.

Mientras los juristas y jugadores de padel definen como territorio mexicano la Embajada, yo apelo solamente a la condición de extraterritorialidad en el espacio de las casonas. Mientras tanto hago votos para que la situación se resarza silbando y cantando aquella del maestro Joaquín Sabina…. “De Sobra sabes que eres la primera.”

(1) https://segundoasegundo.com/el-milenial-por-raul-saucedo/

@Raul_Saucedo rsaucedo@uach.mx

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