Al momento del despegue se registraba una tormenta en la capital del estado y cerca del aeropuerto, algunos pasajeros aseguran que estas pudieron ser las causas del desplome.
– Tuve la suerte de voltear hacia atrás y hacia atrás había un hueco, y por ahí…
– ¿No fue por la puerta?
– No, es un hueco que se abrió, se abrió un hueco por detrás de nosotros y ahí estaban saliendo las personas y yo, por esos lugares. Desabroché el cinturón de mi hija, y le dije: Salgamos por ahí. Salgamos.
Pero yo sí vi mucho fuego, no sé cómo saldría la gente.
-Después de salir del avión, ¿qué hizo?, ¿qué pasó?
-Pues correr, retirarme porque si explotaba, retirarme. Y estaba mucho humo, entonces hubo partes donde no se podía ver. Retirarme, y caminar entre los huizaches, mucho lodo y seguía lloviendo, o sea ahí estaba la tormenta.
Así cuentan los pasajeros cómo lograron salir del avión que salía del aeropuerto Guadalupe Victoria de la ciudad de Durango, rumbo a la Ciudad de México. El avión de Aeroméxico Connect se desplomó momentos después de despegar. Ahí viajaban 97 pasajeros, más dos niños, y cuatro integrantes de la tripulación.
Algunos pasajeros lograron salir a pie del aeropuerto. La mayoría fue trasladada a hospitales para ser atendidos de heridas que no fueron de gravedad. De acuerdo con la dirección de aeronáutica civil, el piloto Carlos Galván fue quien resultó más herido, con varios golpes, ya que el avión cayó de punta.
Tardó un ratito el avión en despegar, sintió condiciones. El aire lo traía a favor, todo bien, pero no alcanzó a despegar. Como que lo agarró una corriente muy fuerte y cruzó, ha de haber caminado como unos 2 o 3 kilómetros, todavía. Ya en tierra. La señora, yo y otro señor veníamos en clase premier, y por eso salimos rápido, pero sí estaba saliendo la gente. Tardó buen rato, como unos 3 minutos o 4 minutos, que empezara a explotar”, dijo un pasajero.
Al momento del despegue se registraba una tormenta en la capital del estado y cerca del aeropuerto. Algunos pasajeros aseguran que estas pudieron ser las causas del desplome, incluso, narran lo que sintieron antes de caer.
– Un rayo le pegó al avión, ya íbamos saliendo. Un rayo le pegó y nos fuimos para abajo.
– ¿Ustedes sintieron el sonido o qué percibieron?
– Sí
– ¿No iban tan alto, pues?
– No. No íbamos tan alto.
Fuente: Excelsior