El crudo que envía Pemex a su propio sistema de refinación tocó en julio un mínimo de 21 años y la segunda menor cifra desde 1990, según registros preliminares e históricos de la petrolera.
Esta baja se da en medio de un paro en las refinerías de Cadereyta y Tula durante el mes pasado, además de problemas con una mayor cantidad de agua en las operaciones en Cantarell, un yacimiento situado en aguas poco profundas cerca de la costa de Campeche.
El petróleo que llegó al Sistema Nacional de Refinación promedió 934,000 barriles diarios durante julio, una caída del 7.8% frente al mismo mes del año anterior, según cifras preliminares de Pemex Exploración y Producción. Ésta es la menor cantidad desde octubre de 1995, cuando se enviaron al sistema 804,000 barriles.
La petrolera sufrió paros de labores en la refinería Héctor R. Lara Sosa en Cadereyta, Nuevo León, entre el 19 y el 25 del mes pasado, debido a la falta de agua para sus procesos internos. Esto llevó a la compañía a plantearse incrementar la exportación de gasolinas para asegurar el abasto del combustible en el país.
«Cuando una refinería está fuera de funcionamiento, Pemex no tiene otra opción que dejar de enviar el crudo a esas plantas y enviarlo a otra parte, pues Pemex no tiene capacidad para almacenarlo, más allá de las terminales de exportación», explicó el director general de la consultora GMEC, Gonzalo Monroy.
La distribución de crudo de la petrolera, que incluye el que envía a sus refinerías y el que exporta, se situó en 2.09 millones de barriles de petróleo promedio diario, una baja del 6.7% frente al mismo periodo de 2015.
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