Los profesionales de la salud contribuyeron a que cinco recién nacidos y una niña de tres años fueran trasladados a Ciudad de México para una mejor atención.
Ciudad de México.- Un grupo de médicos (as) y de enfermería pertenecientes al Instituto Mexicano del Seguro Social viajó a Guerrero para contribuir en la atención médica de las personas damnificadas por el huracán “Otis”.
De acuerdo a Zoé Robledo Aburto, director general del IMSS, informó que el grupo de profesionales de la salud partió la mañana de este lunes desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
A su vez, mencionó que el instituto a su cargo mantiene comunicación constante con instancias militares y de seguridad para trasladar a los pacientes que lo requieran.
“Como parte de las acciones que realiza el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para atender la catástrofe, se mantiene coordinación con la Secretaría de Marina y el Equipo de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) del gobierno de la Ciudad de México para el traslado aéreo de pacientes”, dijo.
Zoé Robledo mencionó que, tras la llegada del grupo de profesionales de la salud, se apoyó a cinco recién nacidos y una niña de tres años que estaban hospitalizados en Hospital General Regional No.1 del IMSS en Acapulco, los niños fueron trasladados al Hospital General del Centro Médico Nacional “La Raza” y al Hospital de Alta Especialidad “Centenario de la Revolución” del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Además del apoyo que Acapulco recibe por parte de la federación, de forma estatal, la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pinedainformó que la atención a las víctimas de este desastre natural será permanente.
Respecto a la reconstrucción del puerto, Salgado Pineda dijo que las labores de limpieza también serán constantes y que serán prioridad a la par del trabajo de construcción, tanto en Acapulco como en Coyuca de Benítez, dos de las ciudades más afectadas.
El huracán “Otis” impactó a Acapulco, Guerrero el pasado 25 de octubre. En menos de 24 horas pasó de ser tormenta tropical a convertirse en un huracán de categoría 5. El fenómeno meteorológico tocó tierra con vientos de 270 km/ hr y, de acuerdo a especialistas, fue considerado como potencialmente catastrófico.