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Policiaca

Por dos años envenenó a su marido; la detienen cuando fue al hospital para desconectarlo

Una mujer fue arrestada en Durango porque intentó desconectar el respirador de su marido, el exedil del municipio de Canatlán, Eugenio Rodríguez del Campo, quien está internado en un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) desde hace dos años, cuando fue diagnosticado con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).

La Fiscalía General de Justicia de Durango informó que la tarde del pasado miércoles, Nora Lucila «N» ingresó a la habitación en el área de terapia intensiva del Hospital #1 del IMSS, para intentar apagar el respirador artificial con el que cuenta su marido.

La mujer fue sorprendida cuando buscaba asesinar a Rodríguez del Campo, ya que elementos de la Unidad de Atención, Protección a Víctimas de Violencia de Género y Familiar de la Dirección Municipal de Seguridad Pública, resguardaban al exedil porque existían acusaciones de que en el pasado intentó envenenarlo con raticida.

Según los testigos, Nora Lucila «N» logró ingresar al área de terapia intensiva del hospital y procedió a desconectar el oxígeno y otros aparatos a los que está conectado Eugenio Rodríguez del Campo, por lo que fue detenida en flagrancia.

La hermana del exalcalde acusó a la mujer de intentar desconectar a Rodríguez del Campo y recordó que su cuñada le suministró pequeñas dosis de raticida durante el tiempo que ha estado hospitalizado, por lo que un juez giró una orden de restricción.

La familia desde hace tiempo manifestó que la mujer aprovechaba sus visitas al hospital para inyectar pequeñas cantidades de raticida a Eugenio Rodríguez del Campo, lo que pudo deteriorar más su salud al dañar su movilidad.

«El peque», como es conocido en su tierra natal, fue alcalde del municipio de Canatlán, en Durango de 2007 a 2010; después fue director del Instituto para el Desarrollo Municipal Estatal y permanece hospitalizado desde hace dos años a causa de la Esclerosis Lateral Amiotrófica que padece.

Increible

Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

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