Para los deportistas participar en los Juegos Olímpicos es todo un sueño, ver todo un público que este atento a tu participación es algo increíble, pero llegar, y regresar a tu país sin poder participar es algo inesperado.
Así le paso a amazona holandesa Adelinde Cornelissen, ya que antes de participar en su competencia, sintió que su caballo «Parzibal» tenía altas temperaturas
La atleta de 37 años prefirió la salud de su caballo antes que ganarse una medalla olímpica
La atleta de doma compartió en su red social de facebook el siguiente mensaje.
«Había decidido que no iba a competir, pero ahora la temperatura había vuelto a lo normal, [el caballo] estaba comiendo y bebiendo bien, yo tampoco quería decepcionar al equipo. En el fondo de mi mente sabía que no teníamos posibilidades: ¿Qué podía hacer?
Dormí en los establos, comprobé cada hora como estaba Parzi, no iba a dejarlo solo. Mi amigo, mi amigo, el caballo que me ha dado toda su vida no se merecía esto.
Después de debatir con varios veterinarios sobre el estado de salud del caballo, se le dio luz verde para competir.
Decidimos darle la oportunidad. La fiebre había bajado y creímos que los tóxicos estaban fuera de su sistema. Todavía tenía un poco de hinchazón en la mandíbula, pero parecía que iba a menos.
Después del doble control con los veterinarios, la conclusión fue que el caballo había sido mordido por un insecto, araña o algún tipo de animal que produce sustancias tóxicas. El caballo contrajo fiebre y tenía la cabeza hinchada el día antes del evento. Le dieron líquidos, le hicieron pruebas de sangre y pasó por los Rayos-X. Finalmente su temperatura bajó y la hinchazón disminuyó».
La atleta fue ganadora de una medalla de bronce y una de plata en Londres 2012.