Conecta con nosotros

Increible

Prince duró ¡154 horas sin dormir antes de morir!

El insomnio, revelado por su cuñado, difícilmente coincide con las informaciones que aluden a que el autor de ‘Purple rain’ llevaba semanas tomando altas dosis de un opiáceo.

Prince estuvo 154 horas despierto antes de morir, pese a estar tomando analgésicos que producen somnolencia, según información facilitada a la Policía y de la que se hace eco el diario inglés, Daily Mirror.

Poco después de que la familia del cantante celebrara una ceremonia en la intimidad en su domicilio, tras la incineración, su cuñado, Maurice Phillips, ha revelado que llevaba sesis días y medio sin dormir antes de que su cuerpo sin vida fuera encontrado en un ascensor en su domicilio de Paisley Park en Chanhassen (Minnesota).

Phillips, casado con Tyka Nelson, hermana de Prince, dijo al «Mirror»: Estuve con él el fin de semana pasado. Trabajó 154 horas seguidas. Era un buen cuñado. De hecho, sus amigos temen que el artista hubiera recibido recetas de un médico poco fiable.

Sin embargo, el insomnio revelado por su cuñado difícilmente coincide con las informaciones que aluden a que el autor de ‘Purple rain’ llevaba semanas tomando altas dosis de un opiáceo llamado ‘Percocet’, causa última, según parece, de la sobredosis que sufrió a bordo de su avión privado y que le llevó a ser ingresado de urgencia, tras un aterrizaje de emergencia.

Entretanto, las circunstancias de la muerte del genio de Minneapolis siguen sin conocerse. El sheriff del condado de Carver, Jim Olson, no aportó grandes claves en la rueda de prensa que dio el viernes. Aseguró que no había signos de violencia en el cuerpo de Prince y que no había razones para creer que hubiera sido un suicidio. Pero se comprometió a llevar la investigación sobre su muerte hasta el final «para asegurarnos de que el público sabe lo que ocurrió».

Increible

Explota cohete Starship en Texas: nuevo revés para SpaceX a solo un año de su misión a Marte

Una nueva explosión sacudió la noche del miércoles 18 de junio el cielo del sur de Texas, cuando el cohete Starship de SpaceX estalló durante pruebas en la base de lanzamiento de Brownsville, en lo que la compañía calificó como “una anomalía mayor”. La gigantesca nave de 400 pies de altura —pilar del ambicioso plan de Elon Musk para colonizar Marte— sufrió un fallo durante su test en tierra, generando una enorme bola de fuego y escombros visibles desde varios kilómetros a la redonda.

Aunque no se reportaron heridos, SpaceX pidió a la población mantenerse alejada de la zona mientras equipos de seguridad trabajan para asegurar las instalaciones de Starbase y sus alrededores. “No existen riesgos para las comunidades cercanas”, aseguró la empresa en un comunicado publicado en su cuenta de X.

La causa de la explosión aún está bajo investigación, pero Elon Musk adelantó en redes sociales que los datos preliminares apuntan al fallo de un contenedor presurizado de nitrógeno (COPV, por sus siglas en inglés) en la bahía de carga. “Si se confirma, sería la primera vez que este diseño falla de esa manera”, añadió el fundador de SpaceX.

El incidente se suma a una serie de contratiempos recientes para el programa Starship. Apenas el 27 de mayo, durante su noveno vuelo de prueba, la nave se desintegró sobre el océano Índico tras perder el control 46 minutos después del despegue. En enero y marzo también se registraron explosiones durante vuelos de ensayo, con espectaculares desintegraciones en el cielo de Florida y el Caribe. En esas ocasiones, la etapa superior —donde viajarían astronautas y carga en futuras misiones— logró separarse, pero falló en completar su trayecto.

El Starship está diseñado como un sistema de transporte completamente reutilizable, capaz de regresar a la Tierra después de cada misión. Su objetivo final: llevar humanos y suministros al espacio profundo, con un enfoque particular en Marte. Musk ha reiterado que espera lanzar una misión no tripulada al planeta rojo en 2026, como parte del calendario para establecer presencia humana permanente fuera de la Tierra.

A pesar de los reveses, entre junio y noviembre de 2024, tres pruebas exitosas lograron que Starship orbitara la mitad del planeta y aterrizara sin contratiempos en el océano Índico, generando expectativas positivas. No obstante, los recientes fallos han encendido alarmas sobre la confiabilidad del sistema a tan solo un año de la fecha fijada para iniciar su misión interplanetaria.

Las imágenes captadas por testigos y difundidas el jueves muestran al prototipo Starship 36 envuelto en llamas tras sufrir al menos dos explosiones consecutivas durante la prueba estática, que se realizaba horas después de que la compañía compartiera un video celebrando la activación de uno de sus motores en simulación de ignición en el espacio.

SpaceX no ha anunciado si este nuevo revés alterará su calendario de lanzamientos, pero el incidente representa otro desafío técnico —y mediático— para una empresa que apuesta su prestigio al futuro de la exploración espacial. Mientras tanto, el sueño de colonizar Marte se mantiene en pie, aunque bajo la sombra de explosiones que, una y otra vez, recuerdan que alcanzar el cosmos sigue siendo una tarea plagada de riesgos.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto