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Salud y Bienestar

Profeco aclara cómo consumir sopa instantánea

En la semana la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) informó que numerosas marcas de sopa instantánea que se venden en el país han sido omisas en el cumplimiento de la normatividad en México o incurrieron en publicidad con información poco precisa sobre sus productos, que en algunos casos se presentan como alimentos elaborados con unos ingredientes que no siempre son los que corresponden con la fórmula empleada en realidad.

Así las cosas, algunas de las marcas en cuestión serán retiradas por la dependencia gubernamental pero además el titular de la misma procuraduría, Ricardo Sheffield, señaló la manera apropiada de preparar y consumir este tipo de alimento.

Aunque algunas presentaciones sí incluyen una explicación del procedimiento, también hay desinformación derivada de las campañas publicitarias que resultan contradictorias y sugieren métodos de elaboración más rápida pero que en realidad comprometen la salud de las personas que consumen esos productos.

El funcionario ha aclarado que el público es siempre libre de consumir lo que prefiera, pero que deber de la Profeco vigilar y asegurar que las empresas ofrezcan información certera sobre los productos que comercializan, y que en el caso de las sopas instantáneas este incumplimiento llevó al retiro de más de 129 mil piezas de estos fideos del mercado.

La Profeco se encarga de publicar la Revista del Consumidor, donde expuso en un estudio que estos productos que han estado dando mucho de qué hablar recientemente contienen altas concentraciones de sodio y azúcares añadidos, antioxidantes artificiales como el TBHQ y otros componentes que afectan el organismo humano.

Una dieta que incluya el consumo habitual de estas sopas instantáneas con el tiempo llevará a sufrir padecimientos de salud que van desde la obesidad, cefaleas, náusea, presión arterial alta o incluso desarrollar enfermedades metabólicas y cardiovasculares, afectaciones digestivas y otras como desnutrición.

Eso en el aspecto del producto consumible, pero la presentación de fideos en vasos de unicel conlleva más riesgos si se calienta en microondas para su preparación, que, a pesar de estar discretamente señalado en los empaques, las imágenes promocionales de las marcas hacen pensar a los clientes que no hay peligro de hacerlo.

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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