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Salud y Bienestar

Profepa asegura mil 440 árboles de Navidad con plaga

La dependencia informó que los hechos se registraron el pasado 9 de noviembre, cuando inspectores de la dependencia que participan en Programa de Verificación e Inspección a la Importación de Árboles de Navidad retuvieron dos embarques con 840 y 600 árboles.
Se trata de árboles de la especie abies normandia, que pretendían ser introducidos en el país procedentes de plantaciones forestales del estado de Oregón, Estados Unidos.
Los inspectores recolectaron las muestras de las plagas para su envío al Laboratorio de la Dirección de Gestión Forestal y de Suelos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y obtener la determinación taxonómica de los insectos.
Los árboles quedaron resguardados en los almacenes del recinto fiscalizado, hasta que se cuente con el dictamen de la Semarnat que indicará las medidas fitosanitarias que se deberán implementar, en caso de considerarse plaga cuarentenaria a los insectos detectados en los árboles.
La Profepa lleva a cabo desde el 3 de noviembre y hasta el 9 de diciembre las acciones de verificación e inspección a la importación de árboles de Navidad provenientes de estado de la entidad estadunidense.
El objetivo es prevenir la posible introducción de especies invasoras y evitar impactos negativos a los ecosistemas y economía del país, para lo cual la Profepa verifica el cumplimiento de la Norma Oficial Mexicana 013-SEMARNAT-2010.
Esta norma regula la importación de árboles de Navidad naturales de los géneros Pinus y Abies y la especie Pseudotsuga menziesii con la finalidad de evitar la introducción de plagas que afecten a los ecosistemas forestales y garantizar su sanidad.

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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