Conecta con nosotros

Opinión

Proliferan los antros por Luis Ochoa Minjares

Gran alboroto del grillerío y la gallera política con motivo de la publicación de la Convocatoria del Tricolor para su vigésima primera asamblea nacional a celebrarse los primeros días del mes de marzo… Medio mundo de los polacos militantes firmes mueven sus influencias y exhiben sus méritos partidistas en busca de una oportunidad para asistir a tan significativo acto preelectoral…Mucho por el viejo, experimentado y fiel militante tricolor ingeniero Santiago Nieto por su exitoso desempeño como alcalde suplente del municipio juarense. Sabe más el diablo por diablo que por viejo…Algunos estudiantes y maestros de la secundaria y preparatoria “Francisco Villa”, inquietos por los aprestos para abrir un antro de “gays” a escasos pasos de su escuela…Se trata de la taberna “Nebraska”, ubicada en el centro comercial de la esquina de Insurgentes y Emilia Calvillo donde funciona tres negocios, una panadería, un laboratorio fotográfico y un acreditado restaurante… De los aspirantes a candidatos panistas a la presidencia municipal de Juárez, parece llevar la delantera el joven político Raúl García Ruiz frente a sus adversarios ya pasados luis ochoa minjaresde tueste… Ni con azogue consiguen reunir aspirantes juarenses para nutrir las filas del nuevo partido político de don Manuel López Obrador… Otro dolor de cabeza que no merece el alcalde juarense ingeniero Héctor Murguía: el destape de la cloaca del Fideicomiso de Obra Participativa (FIDOP)… Nomás seis pasos a desnivel se mandó hacer en su terruño, San Pablo Meoqui, el delegado panista de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, que por desgracia todavía no ha sido mandado “a jondear gatos por la cola”. LOM.

Clic para comentar

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply

Opinión

La caída del INAI, una historia de terror. Por Caleb Ordoñez T.

La transparencia es como el Wi-Fi en las oficinas de gobierno: todos dicen que lo tienen, pero cuando intentas usarlo, simplemente no funciona. La desaparición del INAI (Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales) aprobada por los diputados es el ejemplo más reciente de cómo los espejitos del poder pueden ser más opacos que los cristales de una casa abandonada.

Caleb Ordóñez T.

La transparencia no debería ser un tema controversial. Es la base para que los ciudadanos puedan confiar en sus gobernantes. Sin embargo, en México, pedir rendición de cuentas es como buscar oro en un río seco: esperanzador pero complicado. Sin un mecanismo que obligue a los gobiernos a rendir cuentas, el ciudadano promedio pierde la capacidad de preguntar, por ejemplo, ”¿En qué se gastaron los millones para aquel hospital que nunca se terminó?”.

Los gobiernos que priorizan la transparencia suelen tener menos problemas para justificar sus decisiones. Por eso, que un instituto como el INAI deje de operar plantea preguntas incómodas. No obstante, la desaparición también trae consigo una reflexión sobre los costos y la eficiencia de las instituciones, un punto que ha sido clave en el argumento de la Cuarta Transformación.

La 4T y el INAI: ¿Un gasto o una necesidad?

Desde que la Cuarta Transformación tomó las riendas del país, el INAI se convirtió en un tema polémico. Según el gobierno, el instituto es costoso y no ha cumplido con los objetivos para los que fue creado. Las acusaciones de ineficiencia y burocracia innecesaria han sido constantes.

Bajo este argumento, la 4T considera que el INAI representa un gasto excesivo en un momento en el que el país necesita optimizar recursos (costaba más de mil millones de pesos para operar anualmente). También argumenta que la transparencia puede garantizarse desde otras instancias del gobierno, como la Secretaría de la Función Pública, evitando duplicidad de funciones. Este enfoque responde a una visión de simplificación administrativa, que busca reducir la carga de estructuras gubernamentales que, según ellos, “no sirven al pueblo”.

Por otro lado, este planteamiento ignora un punto importante: el INAI actúa como un ente autónomo que, en teoría, no está supeditado al poder político. Su desaparición podría dejar la transparencia en manos del gobierno, lo que genera dudas sobre la imparcialidad en el manejo de la información pública.

Más allá de los argumentos de la 4T, la desaparición del INAI representa un desafío para la democracia. Este instituto garantizaba a los ciudadanos el derecho a acceder a información sobre contratos, presupuestos y decisiones gubernamentales. Sin él, las solicitudes de transparencia podrían caer en un limbo burocrático.

Además, la desaparición del INAI podría tener efectos adversos en el ejercicio de derechos fundamentales, como la protección de datos personales. Sin un organismo que vigile estos temas, los ciudadanos quedarían en una posición vulnerable frente al uso indebido de su información.

¿Qué sigue? ¿Un modelo más eficiente o más opaco?

Con la desaparición del INAI, las funciones de transparencia podrían ser absorbidas por la Secretaría de la Función Pública o por algún otro ente gubernamental. La pregunta es: ¿puede el gobierno ser juez y parte en temas de transparencia?

El gobierno asegura que la eliminación del INAI es un paso hacia una administración más eficiente y menos costosa. Sin embargo, críticos y expertos en derechos humanos advierten que esta decisión podría reducir la capacidad de los ciudadanos para exigir rendición de cuentas.

La desaparición del INAI pone en la balanza dos perspectivas: por un lado, la visión de la 4T, que busca un modelo gubernamental más austero y simplificado; por otro, la preocupación ciudadana por la pérdida de un ente autónomo que garantizaba transparencia y derechos.

Sea cual sea el desenlace, lo cierto es que la confianza en el gobierno no se puede decretar, se tiene que ganar. Y si las promesas de mayor eficiencia no se cumplen, los ciudadanos podrían enfrentar un escenario donde la transparencia sea más mito que realidad. Por ahora, queda esperar que las nuevas medidas no terminen siendo un “ahorita no joven” institucionalizado.

Dicen que desaparecieron al INAI porque su presupuesto era muy caro… pero, curiosamente, nadie sabe en qué se va a gastar ahora ese dinero. ¡Parece que el INAI habría sido útil para investigar eso!

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto