Miles de manifestantes prodemocracia marcharon este domingo en Hong Kong por décimo fin de semana consecutivo, desafiando una vez más a la policía, que respondió con gases lacrimógenos.
Los activistas protestaron toda la tarde y el comienzo de la noche en diferentes partes de la ciudad.
En el distrito obrero de Sham Shui Po, donde se prohibieron todas las manifestaciones, miles de personas, muchas vestidas de negro, levantaron barricadas y bloquearon las carreteras cerca de una estación de policía.
La mayoría de ellos iban vestidos de negro y equipados con cascos de construcción amarillos, la emblemática vestimenta de los manifestantes hongkoneses.
Al anochecer, apuntaron con láseres azules hacia la fachada del puesto mientras la policía agitaba un cartel que los instaba a dispersarse.
Poco después, comenzaron las refriegas entre los manifestantes, que arrojaban ladrillos y piedras, y la policía que respondió con gases lacrimógenos.
En Wan Chai, donde se encuentran las jefaturas de la policía, y en Causeway Bay, en la isla de Hong Kong, los manifestantes bloquearon las calles, mientras coreaban el estribillo «retomar el control de Hong Kong es la revolución de nuestro tiempo».
No muy lejos, en North Point, estallaron disturbios que involucraron a residentes favorables al régimen comunista de China continental, que la emprendieron con transeúntes y periodistas, forzando otra intervención policial.
Excelsior