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Putin y Xi hablan sobre Ucrania y Taiwán

Samarcanda, Uzbekistán.- El Presidente ruso, Vladimir Putin, elogió el jueves a su par chino Xi Jinping por su posición «equilibrada» en el conflicto de Ucrania y reprochó a Estados Unidos lo que, según el jefe del Kremlin, son provocaciones sobre Taiwán.

Xi, en su primer viaje fuera de China desde el inicio de la pandemia del Covid-19, se reunió con Putin en la antigua ciudad uzbeka de la Ruta de la Seda, Samarcanda, donde asistirán a una cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS).

En su primer encuentro cara a cara desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania, Putin elogió a Xi por su posición sobre la guerra en Ucrania, pero también dijo que entendía que Beijing tenga «preguntas y preocupación» sobre el conflicto.

China se ha abstenido de condenar la operación rusa contra Ucrania o de calificarla de «invasión», en línea con el Kremlin, que califica la guerra de «operación militar especial».

«Valoramos mucho la posición equilibrada de nuestros amigos chinos cuando se trata de la crisis de Ucrania», dijo Putin.

«Entendemos sus preguntas y su preocupación al respecto. Durante la reunión de hoy, por supuesto, explicaremos nuestra posición».

Putin respaldó explícitamente a China en relación con Taiwán, que Beijing quiere reunificar con su territorio. China realizó simulacros militares de bloqueo alrededor de Taiwán después de que la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitó la isla el mes pasado. El Gobierno de Taiwán rechaza enérgicamente las reivindicaciones de soberanía de China.

«Tenemos la intención de adherirnos firmemente al principio de ‘una sola China'», dijo Putin. «Condenamos las provocaciones de Estados Unidos y sus satélites en el estrecho de Taiwán».

Por su parte, el Presidente chino dijo que Beijing está dispuesto a trabajar con Rusia para otorgarse mutuamente fuerte apoyo en cuestiones concernientes a sus respectivos intereses fundamentales, según lo citaron los medios chinos.

«China está dispuesta a hacer esfuerzos con Rusia para asumir su responsabilidad de grandes potencias, y tomar el papel de guía para inyectar estabilidad y energía positiva en un mundo caótico», dijo Xi a Putin durante su reunión.

Xi y Putin profundizan su relación

La profundización de la asociación entre Xi y Putin se considera uno de los acontecimientos más significativos en la geopolítica después del espectacular ascenso de la propia China en los últimos 40 años.

Rusia, que en su día fue el país líder de la jerarquía comunista mundial, tras el colapso de la Unión Soviética en 1991, es ahora un socio menor de una China resurgente que, según las previsiones, superará a Estados Unidos como la mayor economía del mundo en la próxima década.

Xi, hijo de un revolucionario comunista que ha alabado en público las joyas de la literatura rusa, y Putin, que creció en Leningrado, ahora San Petersburgo, y alcanzó la mayoría de edad en la KGB de la era soviética, dicen que sus relaciones nunca han sido mejores.

Aunque Rusia y China han sido rivales en el pasado y se han enfrentado en guerras, Putin y Xi comparten una visión del mundo que ve a Occidente como decadente y en declive, al igual que China desafía la supremacía de Estados Unidos.

La visita «demuestra que China está dispuesta no sólo a seguir «como siempre» con Rusia, sino incluso a mostrar un apoyo explícito y acelerar la formación de un alineamiento más fuerte entre China y Rusia», dijo Alexander Korolev, profesor titular de política y relaciones internacionales en la Universidad de Nueva Gales del Sur en Sidney.

Mientras Europa intenta alejarse del petróleo y el gas rusos, Putin tratará de impulsar las exportaciones de energía a China y Asia, posiblemente con un oleoducto a través de Mongolia. Putin, Xi y el Presidente de Mongolia, Ukhnaa Khürelsükh, tienen previsto celebrar una reunión a tres bandas en Samarcanda.

Resto del mundo

Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.

Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.

En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.

Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.

Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.

 

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