Conecta con nosotros

Policiaca

Reaparece Jorge Orona, solo fue un susto.

Luego de que habían reportado como desparecido al abogado Jorge Orona, éste lamentó el hecho de la preocupación de varios amigos y familiares, pues todo parece haber sido un malentendido.

En su cuenta personal de Facebook escribió:

“Me da enorme pena haberlos preocupado queridos amigos y amigas, sin entrar en detalles les resumo que hace poco mas de un año sufrí una injusticia como gaje del mi oficio de abogado… los responsables autoridades policíacas fueron investigados y se les encontró toda la responsabilidad.
El castigo sería fuere pero mi interés jamás ha sido dañar a nadie y jamás lo he hecho.
Hace dos dias recibí una llamada anónima para que arreglara eso a la » buena o a la mala»… como ando mal de economía y para darle vuelta a la hoja les pedí algo bajo pero justo.
Finalmente no estuve de acuerdo con la miseria que ofrecían y por no querer poner en riesgo a ni familia me quedé en la casa de un cuatodio de edad a quien le había resuelto una demanda contra gobierno.
Ya dormido y cansado se empezaron a ver luces por las ventanas, gente en el techo y hasta empezaron a pegarle con un pico a una de las paredes dañando la propiedad del señor.
Yo me metí abajo de la cama y agarre la única arma que ahí había, un martillo.
No pude hacer nada mas que publicar eso, no vi conveniente hablarle a ninguna policía.
Ya temprano salí del lugar e hice llamadas con lo que creí conveniente.
NO ME VOY A RAJAR CON ESTO Y NO VOY A PONER EN PELIGRO A MI GENTE.
Les reitero mis disculpas y agradezco de corazón su apoyo y comprensión”

En esta ocasión la ubicación sí correspondía a la ciudad de Chihuahua y no a una ciudad de Italia como la que subió de madrugada.

A pesar de que Orona asegura que fue amenazado, las autoridades aseguran que no hay ninguna denuncia de su parte.

Increible

Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto