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Reconoce Benedicto XVI que afronta el “último tramo” de su vida

El Papa Benedicto XVI reconoció hoy que afronta el “último tramo” de su vida e ignora qué le deparará el futuro, durante el sermón de una misa celebrada en El Vaticano con motivo de su cumpleaños número 85.

Ante una delegación compuesta por personalidades de su natal Alemania, el líder católico dijo contar con una sola certeza que le ayuda a proseguir con seguridad: la bondad de Dios es más fuerte de cualquier mal existente.

“Me encuentro ante el último tramo del recorrido de mi vida y no sé qué me espera. Pero sé que la luz de Dios existe, que él ha resucitado, que su luz es más fuerte que cualquier oscuridad, que la bondad de Dios es más fuerte que cualquier mal de este mundo”, advirtió.

El pontífice reflexionó sobre la esperanza en un discurso improvisado en su lengua madre y que fue seguido por varios obispos alemanes así como por una delegación de la sureña región teutona de Baviera, encabezada por su presidente, Horst Seehofer.

Apuntó que la garantía del poder de Dios sobre la humanidad ayuda a seguir adelante. “En esta hora agradezco de corazón a todos aquellos que continuamente me hacen percibir el sí de Dios a través de su fe”, sostuvo en la celebración que tuvo lugar en la Capilla Paulina del Palacio Apostólico.

“La vida se vuelve un verdadero regalo si junto a ella se puede donar también una promesa que es más fuerte de cualquier desventura que nos pueda amenazar, si ella viene inmersa de una fuerza que garantiza que sea un bien ser un hombre”, indicó.

“Pertenecer a la gran familia de Dios, a través del bautismo, es más fuerte que todas las fuerzas negativas que nos amenazan”, apuntó.

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Increible

Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

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