El mantra que circula a lo largo de toda la prensa de la F1, y en el seno de otros equipos de la parrilla, es que Red Bull es un polvorín. Era lo que se comentaba tras la carrera, una incongurencia aparente después de otra celebración de doblete en Bahréin, que les augura un año de triunfos en lo deportivo… pero de luchas internas en el cuartel general de MIlton Keynes, la sede del equipo en Austria y la propiedad de la compañía en Tailandia.

La investigación interna por ‘comportamiento inadecuado’ que se abrió en febrero y que acabó el pasado jueves (28 de febrero) con la exoneración total de Christian Horner, ha sido el detonante de lo que parece una ruptura interna de consecuencias incalculables. Los abogados de Horner ya filtraron en el proceso que todo se trataba de una maniobra, un montaje para desacreditar al director del equipo de F1 por una lucha de poder.

Los documentos a la prensa

Sólo 24 horas después (29 de febrero por la tarde) de la sentencia, toda la prensa de la lista acreditada por la FIA, entre ella los dos enviados habituales de MARCA, recibían un link con todo supuesto material sensible con el que se había incriminado a Horner en el proceso. Eranmás de 70 presuntos documentos y varias fotos que estaban destinados a probar un posible ‘affair’ sentimental con una empleada a su cargo (Christian está casado con la ex Spice Girl, Geri Halliwell).

Los supuestos mensajes de la cuenta personal de Whatsapp, pues aparece el avatar inconfundible del director y las respuestas de la mujer, cuyo contenido fue comentado por toda la prensa en Sakhir, están ya en Twitter y cualquiera puede verlos de forma parcial, por saber el estilo de las conversaciones que se contiene en ellos.

Parecía una clara venganza de alguien de dentro del propio Red Bull (o cercano a alguien del mismo) para tirar por los suelos la imagen de Horner y desacreditarlo ante los ojos de todo el ‘paddock’ y de sus propios empleados.

Advertencia de sus abogados

Y un día más tarde de la filtración del supuesto material vergonzoso, a los mismos periodistas del primer e-mail masivo (más de 250 destinatarios) nos llegó una advertencia de gabinete de abogados que representa a Red Bull, señalando que la publicación o difusión de cualquiera de esos documentos incurriría en consecuencias legales, «al provocar una situación de indefensión total e irreparable para el honor del señor Christian Horner».

En ese momento todos los documentos circulaban por las redes sociales en cuentas de todos el mundo. No se desvela nada irreparable si de dice que la mayoría del contenido es aparentemente inocuo, que no parece un acoso por el tono de uno y las reacciones de la otra implicada y que en el momento que la empleada le dice que corte esa comunicación, Horner lo hace de inmediato.

Una foto difuminada

Entre las pocas fotos hay una que llama la atención, una de algo que se puede intuir, pues está difuminada, y es un posible miembro viril. Es uno de los pocos documentos que no tiene en su cabecera el avatar de la cuenta de Horner y está tan filtrado que podría ser un dedo de una mano, pasado por un tamiz en un programa fotográfico. La imagen buen pudo haber sido colada de forma interesada entre los supuestos documentos de los mensajes del británico.

Horner es una víctima para la mayoría

La gran mayoría de los profesionales que hemos tenido acceso a los presuntos mensajes (no están acreditados como verdaderos) éramos de la opinión de que todo parece un gran complot para hacerlo caer o ser obligado a dimitir de su cargo de director de Red Bull, simplemente por la vergüenza frente a sus empleados o la ‘pena de telediario’. De momento no ha surtido el posible efecto buscado.

La carrera y todo el apoyo del dueño de Red Bull

Lejos de plantearse irse, aunque no se sabe si lo sigue barajando en estos momentos, Horner apareció el sábado, entrando en el circuito de Bahréin de la mano de su esposa. Y no sólo eso, sino que fue arropado en todos momento, paseando por la parrilla con el propietario de la compañía. Chalerm Yoovidhya, quien también llegaba acompañado por su mujer. Sonrientes y cómplices después del 1/2 de Verstappen y Checo Pérez debajo del podio. El mensaje era claro para los posibles chantajistas, tiene todo el apoyo del mandamás de Red Bull, con el 51% de acciones, tras la muerte hace dos años de Dieter Mateschitz, fundador de la compañía junto al padre de Yoovidhya.

Jos Verstappen a escena

La imagen de la celebración con Horner y Newey posando con los trofeos y flaqueados por los pilotos en la carrera, parecía ilustrar el final del culebrón y el ‘la vida sigue’ dentro de Red Bull, pero como en los guiones de las buenas series, en un giro inesperado de los acontecimientos, aparece el padre del tricampeón del mundo. Jos Verstappen excompañero en los 90 de Michael Schumacher en Benetton y de Pedro de la Rosa en Arrows. Un tipo peculiar que no pasa nunca inadvertido y al que le gusta estar siempre en el ‘motorhome’ de Red Bull como si fuera una fuerza viva del equipo.

Las declaraciones son bien conocidas. El equipo está en peligro de partirse, no se puede seguir así. Va a explotar. Va de víctima cuando él es quien está causando los problemas. Hay tensión mientras él siga en el puesto», aseguraba en ‘Autosport.com’. No le ha gustado nada Horner haya salido absuelto, según se desprende de sus palabras, y parece muy interesado en que se marche cuanto antes. Sin pedírselo se posiciona como opositor al jefe directo de su hijo. ‘Cantar la gallina’, que se dice coloquialmente.

El futuro de Verstappen en la F1

«Si yo fuera Toto Wolff iría de inmediato a por Max, viendo la que tienen liada en Red Bull», le comentaba alguien influyente del ‘paddock’ a MARCA tras la carrer, y es un comentario que encuentra todo su sentido tras las palabras de Jos.

Sería una forma de devolver el golpe de la pérdida de Hamilton y de recuperar todo el foco a partir de 2025. Sólo hay un inconveniente, que el próximo año, el campeón volverá a salir de un coche de Red Bull, viendo al ventaja que tienen con el actual reglamento. Nadie en su sano juicio renunciaría al que sería el quinto Mundial consecutivo (si gana el de 2024). Es algo que sólo ha logrado Schumacher desde 1950, y eso son palabras mayores. En 2026, con el nuevo motor más eléctrico, ya sera otra historia bien diferentes. El frenetismo entre quienes buscan asiento para el año que viene, nada menos que 13 pilotos, y en adelante no deja de crecer.