El hasta ahora enviado especial para Ucrania de Estados Unidos, Kurt Volker, dimitió este viernes tras aparecer citado en el escándalo de la llamada entre el presidente, Donald Trump, y su homólogo ucraniano, Vladimir Zelenski, según informaron medios locales.
Su dimisión, aunque sin explicación oficial, es la primera que deriva del escándalo ucraniano, que ha provocado que la oposición demócrata haya iniciado los trámites para abrir en el Congreso un juicio político contra Trump.
De hecho, los demócratas de la Cámara de Representantes -los encargados de construir un caso para destituir a Trump- habían anunciado que citarían a declarar a Volker la próxima semana.
Volker había sido embajador de Estados Unidos ante la OTAN y desde 2017 ocupaba el puesto de enviado especial para Ucrania, encargado de asesorar a Kiev en su conflicto con las provincias separatistas del Donbass.
Volker apareció mencionado en la queja interna que un funcionario de inteligencia presentó sobre la llamada entre Trump y Zelenski, un documento que se hizo público este jueves.
De acuerdo a la queja, el enviado especial para Ucrania fue uno de los funcionarios estadounidenses encargados de «contener los daños» ante Kiev, ayudándolos a navegar en la relación con Trump y con su abogado personal, el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, quien la queja describe como «figura central» en la trama.
Volker habría introducido a Giuliani al Gobierno de Zelenski, que asumió el poder en mayo.
Giuliani, de hecho, canceló este viernes un viaje que iba a hacer la próxima semana a Armenia, donde tenía previsto participar como ponente pagado en un foro organizado por el Gobierno armenio con apoyo del Kremlin.
Excelsior