El gobierno de Jaime Rodríguez Calderón empieza a desmoronarse con la renuncia de Fernando Elizondo Barragán. El hasta ahora jefe de la coordinación ejecutiva de la administración estatal se unió a “El Bronco” en campaña, acción con la cual la candidatura y actual gobierno se legitimó al tener el respaldo de empresarios y organizaciones de la sociedad civil afines al empresariado.
Pese a tener el apoyo, a unos meses de cumplir su primer año de gobierno, la actual administración se ha caracterizado por los pleitos internos entre el grupo de Fernando Elizondo y el de Jaime Rodríguez, confrontación que ha mantenido a la entidad en una parálisis.
La inseguridad va en aumento, el desarrollo de obra pública se ha visto disminuido, las compras y contratación de los diferentes servicios se realizan de forma irregular y poco transparente.
La utilización de programas sociales y el uso de las redes sociales para promocionar su imagen y no las acciones de su gobierno, son el pan de cada día. Su confrontación con el poder legislativo, la falta de acciones en salud y la crisis penitenciaria son otros factores que mantienen al estado en una crisis permanente.
La gota que derramó el vaso fue la confirmación del propio gobernador respecto a su amistad con el fiscal general de Nayarit, Edgar Vieytia, detenido en Estados Unidos acusado de narcotráfico.
MVS