Héctor Hernández Llamas presentó hoy su renuncia como representante del Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, ante la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), por no haber dejado en claro su rechazo al documento que reconoce a Enrique Peña Nieto como ganador de las elecciones presidenciales.
En su carta de renuncia, el ex funcionario le expresa al mandatario capitalino que reconoce su omisión y asume “las consecuencias de no haber expresado enfáticamente la desaprobación del jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF) al pronunciamiento de marras”.
Subrayó que es “sabedor de su postura de respeto irrestricto a las instituciones y al debido curso de un proceso electoral que aún no finaliza, hasta que no haya resuelto al respecto el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación”.
Aseguró que su intervención como representante del GDF sobre “la presentación de improviso de una propuesta de declaración acerca de la elección presidencial pasada”, fue sólo de voz ya que “la redacción era confusa, poco precisa y que demandaba una profunda revisión”.
Hernández Llamas subrayó que “su redacción final y aprobación para la lectura pública es atribución única y exclusiva de los titulares (gobernadores) con su voto y no de sus representantes en la sesión”.
Luego de la renuncia de Hernández Llamas, el secretario de Gobierno del Distrito Federal, Héctor Serrano Cortés, envió una misiva al secretario técnico de la Conago, Rolando García Martínez, para informarle que en sustitución se nombró a Javier González Garza.
En el oficio reconoce la labor del organismo, pero subrayó que la administración capitalina “lamenta de manera profunda que algunos actores pretendan utilizar este espacio para direccionar posiciones políticas, como sucedió en la Sesión Ordinaria del 13 de julio pasado”.
Dijo que en la edición XLIII de la reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores “se realizó un pronunciamiento que a nuestro juicio invade la esfera de competencia que tiene el órgano jurisdiccional electoral”.
Queman edificio por escasez de medicamentos para el VIH en Polanco
Integrantes de diversos colectivos vandalizan las instalaciones de la Secretaría de Salud, hoy en el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, en la Ciudad de México. Créditos: EFE/ Isaac Esquivel
Personas con VIH quemaron el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el sida (Censida) para denunciar la escasez de medicamentos.
Ciudad de México.- Activistas que viven con VIH quemaron este viernes, en el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, el vestíbulo de la dependencia de la Secretaría de Salud mexicana, donde está el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el sida (Censida) para denunciar la escasez de medicamentos.
Convocados por la organización VIHve Libre, que ofrece apoyo comunitario a personas con el virus, una decena de asistentes lanzaron piedras contra el edificio, ubicado en la colonia (barrio) Polanco de Ciudad de México, y pintaron sus cristales con proclamas como ‘El VIH no es un crimen’ o ‘Mi vida no es un puto juego’.
A la concentración también acudieron representantes de Infancias VIHsibles, una asociación que brinda soporte a niños con el virus y que trabaja para darles visibilidad.
Algunos manifestantes prendieron fuego a tres sofás en el vestíbulo debido a que, según fuentes de la organización convocante, no consiguieron hablar con la directora de Censida, Alethse de la Torre Rosas, pese al compromiso de un representante de la Secretaría de que así sería.
Acudieron agentes de la Policía y una dotación de los bomberos a apagar el incendio, que empezaba a afectar el techo de la primera planta.
«Visibilizar la negligencia» de Censida
«El objetivo de la concentración es visibilizar toda la negligencia y todo lo que no está haciendo Censida», explicó el director de VIHve Libre, Alaín Pinzón, en declaraciones a EFE.
Tachó a los funcionarios del órgano de «servidores públicos negligentes» que no están «haciendo nada» para abordar el VIH y el sida en México.
Entre otras, Pinzón denunció «la falta de prevención a nivel nacional» y que «el programa de PrEP (profilaxis pre-exposición) está totalmente en pañales en muchos estados», además del «desabasto de medicamento antirretroviral», una problemática que ha existido «siempre», pero que se agudizó a partir de 2019.
El activista advirtió que esto «se debe a que (el Gobierno) compra medicamento, pero no lo distribuye», pues «no hay una cadena de suministro completa».
«Lo que se puede arreglar con un medicamento todos los días a la misma hora se tiene que arreglar, en muchas ocasiones, con una hospitalización», lamentó.
Por otro lado, Pinzón catalogó de «parche» la propuesta de una superfarmacia del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en la que espera tener todos los medicamentos de la sanidad pública.
«¿Por qué hacer una superfarmacia y no llevar medicamento a las farmacias que ya existen? ¿Por qué en Ciudad de México?», se preguntó, pues hay otras zonas del país donde también hay un «desabasto importante», dijo.
A su vez, la fundadora de Infancias VIHsibles, Sara Zepeda, explicó a los medios que, «43 años después, se sigue creyendo que el VIH se concentra en las poblaciones de riesgo», cuando es un virus que puede afectar «a toda persona que ejerza su vida sexual».
Reclamó al Gobierno federal que se ofrezca a las personas embarazadas una prueba de detección del VIH o que se practique este test periódicamente a los niñas y niños, entre otras medidas para convertir la lucha contra el virus en una «prioridad».
Finalmente, Pinzón sostuvo que el «mayor reto» que tiene México por delante «es que las autoridades se pongan a trabajar y que nos vean como personas, no como una cifra».
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