Esta es la realidad de Jess Kerr, quien necesita de sus padres Melanie y Simon, de la ciudad de Leicester (Reino Unido), para que le den el beso de la vida cada vez que deja de respirar, informa el diario británico ‘Daily Mail‘.
La pequeña Jess nació con el síndrome de Patau, una condición genética que le impide recordar respirar y se vuelve azul.
Según las estadísticas, esta rara enfermedad afecta a uno de 29.000 bebés y viven tan solo una semana, y en casos excepcionales logran sobrevivir hasta un mes.
Sin embargo, gracias al amor y dedicación de sus padres la bebé ya ha cumplido un año. Melanie y Simon están pendientes de su hija las 24 horas, pero aun así, al menos cinco veces al día la niña olvida respirar por lo que sus padres tienen que darle respiración.
Pese a saber que la pequeña iba a llegar al mundo con serios problemas, la pareja decidió tenerla. Hoy la familia Kerr está feliz, señala el rotativo, ya que Jess ha roto todos los pronósticos y ha alcanzado su primer cumpleaños.
Además, la familia será anfitriona de una fiesta de disfraces especial para su bebé con la esperanza de recaudar fondos que ayuden a financiar las futuras actividades de Jess.
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