Este 30 de enero, Ricardo Anaya Cortés fue nombrado coordinador de la bancada del PAN en el Senado; el presidente nacional del partido, Jorge Romero Herrera, hizo pública su decisión durante la Segunda Reunión Plenaria de los senadores de Acción Nacional, que se desarrolla en la ciudad de Aguascalientes.
“Por convicción personal y porque es el resultado de una mayoría de este grupo parlamentario que así lo decidió, he decidido a bien nombrar como coordinador parlamentario en el Senado -y para quien también pido un fuerte aplauso- al senador coordinador, don Ricardo Anaya. Querido Ricardo, hermano, todo el éxito”, expresó el líder del Partido Acción Nacional (PAN).
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Romero Herrera destacó la trayectoria del panista, así como el crecimiento personal y político que ha tenido a lo largo de los años; aseguró que Ricardo Anaya es una de las voces más escuchadas en todo el país y ello ayudará a que el partido, sus propuestas y acciones tengan mayor eco a nivel nacional.
El excandidato presidencial tomará las riendas de la bancada del partido opositor a partir de la próxima semana, cuando arranque el segundo periodo ordinario de sesiones; en este sentido, el presidente nacional y los senadores de Acción Nacional agradecieron la coordinación de Guadalupe Murguía, quien los lideró durante los meses pasados “en momentos de grandes retos para el país”.
Ricardo Anaya tomará el lugar de Guadalupe Murguía. (Facebook Jorge Romero Herrera)
El primer discurso de Anaya como coordinador del PAN en el Senado
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Al enunciar su primer discurso tras su designación, Ricardo Anaya Cortés celebró que la llegada de Jorge Romero “vino a darle rumbo” al partido y que eso llenó de esperanza a la militancia. Asimismo, el excandidato presidencial le agradeció el voto de confianza para coordinar al blanquiazul en el Senado y también hizo un reconocimiento al senador Marko Cortés Mendoza, el anterior líder nacional.
“Quiero sumarme al reconocimiento a nuestro expresidente nacional, que hoy en sin lugar a dudas factor de unidad dentro del PAN y en el grupo parlamentario. También sumarme al reconocimiento a quien fue nuestra coordinadora, a quien condujo por un rumbo claro a grupo (…) De manera muy especial, a mis compañeros senadores, a quienes agradezco de todo corazón su confianza. Reiterarles que estoy convencido que el gran valor de un grupo parlamentario no es una inteligencia individual sino la colectiva”, aseguró Anaya.
El nuevo coordinador del PAN en el Senado afirmó que uno de los principales objetivos es convertirse en una opción real para las familias mexicanas, y por ello desde su trinchera harán propuestas en beneficio de las mismas, dijo, “y nos vamos a oponer con fuerza y con determinación, jamás nos van a doblar, cuando lo que esté planteando el oficialismo vaya en contra de los mejores intereses de las familias mexicanas”, advirtió el político.
Dijo que Acción Nacional tiene por delante una agenda que recoge las más sentidas exigencias de los mexicanos, tales como la inseguridad, la paz y la tranquilidad, el acceso universal a la salud, educación para todos, conexión a internet, la economía familiar y el cuidado del medio ambiente, “eso es lo que le duele a las familias, vamos a dar la batalla”, sentenció Anaya Cortés.
Ellos son los cardenales mexicanos con posibilidades de convertirse en Papa
El humo blanco que anuncia la elección de un nuevo Papa es uno de los momentos más emblemáticos de la Iglesia Católica, con un proceso complejo detrás de esta decisión. El sistema actual de elección papal tiene sus orígenes en el decreto promulgado por el papa Nicolás II en 1059, que estableció a los cardenales obispos como electores.
Este decreto fue un punto de inflexión histórico, pues redujo la influencia de la aristocracia romana y del bajo clero, sentando las bases para el Colegio Cardenalicio, formalizado en 1150. Hoy, este cuerpo es el encargado de elegir al líder espiritual de más de mil millones de católicos en todo el mundo.
Según National Geographic, el cónclave, como se denomina a la reunión de los cardenales para elegir al nuevo Papa, se celebra entre 15 y 20 días después de que el trono papal queda vacante, ya sea por fallecimiento o dimisión del pontífice. Este intervalo, establecido en 1922, permite que los cardenales de todo el mundo puedan viajar al Vaticano. Actualmente, el Colegio Cardenalicio está compuesto por 252 miembros, aunque sólo 138 de ellos tienen derecho al voto en caso de la defunción del actual Papa Francisco, ya que deben cumplir con el requisito de ser menores de 80 años.
Qué cardenales mexicanos podrían aspirar a la elección
El Cardenal Carlos Aguiar Retes participa en la ceremonia de inauguración como nuevo Arzobispo de México el 5 de febrero de 2018. (Reuters/Henry Romero)
Entre los 252 cardenales que conforman el Colegio Cardenalicio, seis son de México. Estos líderes religiosos han desempeñado roles clave tanto a nivel nacional como internacional, sin embargo, únicamente dos de ellos podrían ser considerados en un futuro cónclave: Carlos Aguiar Retes y Francisco Robles Ortega. Carlos Aguiar Retes, actual arzobispo primado de México, nació el 9 de enero de 1950 en Tepic, Nayarit. Él inició su formación en el Seminario de Tepic y continuó sus estudios de Teología en instituciones de Estados Unidos y México, posteriormente, fue ordenado sacerdote en 1973 y, en 2016, el papa Francisco lo nombró cardenal. En 2017, asumió el cargo de arzobispo primado de México, liderando una de las arquidiócesis más importantes del mundo, detalló la circunscripción eclesiástica.
Por otro lado, Francisco Robles Ortega es arzobispo de Guadalajara desde 2012. Su nombramiento fue realizado por el Papa Benedicto XVI en 2011, consolidando su posición como una figura clave en la Iglesia mexicana. Robles Ortega ha sido un defensor de los valores tradicionales y ha trabajado en iniciativas pastorales para fortalecer la fe en su arquidiócesis.
Aunque debido a su edad ya no es considerado candidato para el cónclave, el cardenal Alberto Suárez Inda, arzobispo emérito de Morelia, también forma parte del Colegio Cardenalicio. Nacido en Celaya en 1939, Suárez Inda estudió en Roma y fue ordenado sacerdote en 1964. En 2015, el Papa Francisco lo nombró cardenal, reconociendo su labor pastoral en una región históricamente afectada por la violencia y la pobreza, según informó La Oficina de Prensa de la Santa Sede (el Bollettino Sala Stampa della Santa Sede).
Después, Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de San Cristóbal de Las Casas, es otro de los cardenales mexicanos, aunque su edad lo elimina como candidato. Nacido en 1940 en el Estado de México, fue nombrado cardenal en 2020 por el papa Francisco con el título de San Luigi Maria Grignion de Montfort.
El cardenal Juan Sandoval Íñiguez, nacido en Jalisco en 1933, fue nombrado arzobispo de Guadalajara en 1994 por el papa Juan Pablo II y, ese mismo año, recibió el birrete cardenalicio, aunque actualmente es arzobispo emérito.
Finalmente, en la misma situación que éstos últimos, se encuentra Norberto Rivera Carrera, nacido en Durango en 1942. Él fue designado obispo de Tehuacán en 1985 por el papa Juan Pablo II y, posteriormente, arzobispo primado de México, cargo que desempeñó durante más de dos décadas.
En qué consiste el cónclave
En el cónclave, la Iglesia Católica se encuentra ante una decisión trascendental que marcará el rumbo de los próximos años. (EFE)
El cónclave papal, que se lleva a cabo en la Capilla Sixtina, es un evento rodeado de estrictas normas de confidencialidad. Según detalló National Geographic, los cardenales electores permanecen aislados del mundo exterior hasta que se elige al nuevo Papa. Durante este tiempo, juran mantener la integridad del proceso y solo un reducido grupo de asistentes tiene permitido interactuar con ellos.
El proceso de votación se divide en tres etapas: preescrutinio, escrutinio y postescrutinio. En la primera, se distribuyen las papeletas y se designan los encargados de recoger y contar los votos. Durante el escrutinio, los cardenales emiten su voto en secreto. Finalmente, en el postescrutinio, los votos se tabulan, se verifican y luego se queman.
El humo que emana de la chimenea instalada en la Capilla Sixtina es el indicador visual para el mundo exterior. Si las papeletas quemadas producen humo negro, significa que no se ha alcanzado un consenso, en cambio, el humo blanco anuncia la elección de un nuevo Papa. Aunque esta práctica se remonta al siglo XIX o principios del XX, el Vaticano ha modernizado los materiales utilizados para generar el humo. Desde 2005, se emplean productos químicos específicos para garantizar la claridad del color: una mezcla de clorato potásico, lactosa y resina de conífera para el blanco, y perclorato potásico, antraceno y azufre para el negro, detalló National Geographic.