Este 7 de abril se cumple un año del robo más grande de oro en México y considerado el cuatro más importante a nivel mundial desde 1983, cuando un grupo armado ingresó a la mina “El Gallo 1”, ubicada en la zona serrana del municipio de Mocorito, y se llevó siete onzas de oro valuadas en 8.4 millones de dólares.
El oro se encontraba todavía en 900 kilogramos de un concentrado aurífero, es decir, faltaban todavía algunos procesos para logar comercializarlo.
Fue la propia empresa canadiense McEwen la que hizo público el atraco a través de un comunicado en su página de internet, donde expresó que era “extremadamente decepcionante reportar un robo a mano armada” en la mina El Gallo 1 en Sinaloa, México.
Decía además que la compañía mantenía un seguro contra este tipo de incidentes; sin embargo, de acuerdo con las políticas de la compañía, no se cubría la totalidad de las pérdidas y finalizaba diciendo que ningún empleado había sido seriamente lastimado.
Fue de esta manera como la Procuraduría General de Justicia del Estado de Sinaloa tuvo conocimiento de lo sucedido y de inmediato entró en comunicación con los representantes de la empresa minera, quienes aún tienen sus oficinas en el municipio de Salvador Alvarado.
Al día siguiente, la fiscalía del estado informó que dos empleados de la mina habían sido previamente “levantados” y obligados a dar a conocer información y facilitar el ingreso a la mina.
Un número aún no determinado de personas, pero calculado en alrededor de 20, llegaron a bordo de vehículos especiales portando armas cortas y largas con las que amenazaron al personal y después lo sometieron mientras vaciaban la bóveda.
A un año del robo, el procurador general de Justicia, Marco Antonio Higuera Gómez, confía en que aún pueden dar con los responsables y presentarlos ante la justicia.
Creo que este gobierno les ha dado muestra de hechos que se han registrado en otras administraciones y han sido esclarecidos en la nuestra; entonces, el tiempo no es factor para que una investigación se detenga y tenga el resultado que se busca”, señaló.
Afirma que existen algunos indicios que pueden ayudar a localizarlos y que la investigación no ha sido archivada, por lo que de un momento a otro pudieran ser detenidos.
En aquel entonces se dijo que los delincuentes habían escapado internándose en la zona serrana o tal vez haberse ocultado en otros estados.
Higuera Gómez dijo que aún no se pueden dar a conocer líneas de investigación o atribuir el robo a un grupo delictivo en particular, a pesar de que esa zona era controlada por Orso Iván Gastélum Cruz, quien fue capturado a principios del año con el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, en la ciudad de Los Mochis, al norte de esta entidad.
Esto coincidió con las declaraciones del empresario canadiense Rob McEwen, quien dijo que las empresas mineras de Sinaloa constantemente tenían que pactar con el narco para poder trabajar en su territorio.
Esta empresa, que trabaja en México a través de la Minera Pangea, se ubica a 19 kilómetros de la cabecera municipal de Mocorito y fue inaugurada en enero de 2013, con una capacidad de extracción de 30 mil toneladas de material, de las cuales 3 mil toneladas tienen contenido de oro y plata que son procesadas para obtener barras para su comercialización; además, se estima que la mina tiene reservas de 600 mil onzas de oro y 40 millones de plata.
Excelsior