Ciudad de México. – Tras un fin de semana marcado por el horror, en el que al menos cinco menores fueron brutalmente asesinados en Sonora, Chihuahua y el Estado de México, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ordenó al Gabinete de Seguridad realizar una revisión urgente de los índices de violencia contra niñas, niños y violencia intrafamiliar en el país.
“Lo pregunté en el Gabinete, vamos a hacer una revisión con las cifras. En el caso de Sonora ya hay un detenido, es el padre, el esposo, la pareja de la mujer y bueno, lo está investigando la fiscalía de Sonora. Vamos a revisar, siempre vamos a condenar cualquier feminicidio y obviamente la violencia contra niñas y niños”, declaró la mandataria en conferencia de prensa.
La ola de crímenes contra menores encendió alarmas a nivel nacional. Entre los casos más estremecedores se encuentra el asesinato de tres hermanas, de entre 9 y 11 años, junto con su madre, en Hermosillo, Sonora. Las menores fueron localizadas sin vida el domingo en el kilómetro 7 de la carretera 36 Norte, en la Comisaría Miguel Alemán. El cuerpo de su madre había sido hallado dos días antes, en la misma vialidad.
Este lunes, familiares, amigos y vecinos despidieron a las víctimas en un funeral conjunto. Los cuatro féretros, adornados con flores, globos y fotografías, fueron el centro de una emotiva y desgarradora ceremonia en la que se exigió justicia y se condenó la impunidad. Carlos Antonio Tapia, padre de las menores, expresó su dolor y exigió la máxima pena para el presunto asesino, pareja actual de la madre.
En Chihuahua, otro caso sacudió a la opinión pública: el pequeño Jasiel Giovanni, de ocho años, fue asesinado presuntamente por Abraham N, quien fue trasladado al Centro de Reinserción Social Femenil tras confirmarse que biológicamente es una mujer. El secretario de Seguridad Pública estatal, Gilberto Loya, informó que la persona fue registrada como mujer al nacer, pero con el tiempo asumió una identidad masculina.
Mientras tanto, en el Estado de México, sigue sin resolverse el asesinato de una niña de dos años en Chimalhuacán. Las autoridades no han reportado avances en la localización de los presuntos responsables: su padrastro y su madre.
Los múltiples crímenes han puesto nuevamente en evidencia el grave problema de violencia contra la infancia en México. Organizaciones civiles advirtieron que los recientes asesinatos reflejan un incremento alarmante en las agresiones hacia menores, quienes se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad.
En respuesta, la presidenta Sheinbaum instruyó al Gabinete de Seguridad a profundizar en los datos, identificar patrones y reforzar las estrategias de prevención y atención inmediata. También reiteró su condena firme a cualquier forma de feminicidio y violencia familiar, subrayando que proteger a niñas y niños es una prioridad nacional.
El país cierra una semana con cifras escalofriantes y la exigencia creciente de justicia. Los crímenes que enlutan a decenas de familias mexicanas vuelven a poner sobre la mesa una pregunta urgente: ¿cuántos más deben morir antes de que la violencia contra la infancia se detenga?