Al arribar al Palacio de Gobierno de Yucatán, ubicado en el Zócalo de esta capital, el Presidente Enrique Peña Nieto rompió el protocolo de seguridad que le rodeaba y haciendo a un lado las vallas metálicas que impedían el acceso del público a la zona del evento oficial, se enfiló directo al costado poniente del Zócalo de Mérida, comúnmente conocida en esta ciudad como La Plaza Grande.

Poniendo en apuros a los elementos del Estado Mayor Presidencial, el mandatario recorrió los pasillos del edificio conocido como el Olimpo, a un costado del Palacio Municipal de Mérida, sede del gobierno panista de la capital.

Vestido de pantalón negro y guayabera blanca sorprendió a comensales y turistas que se encontraban en las mesas de los restaurantes saludándolos de apretón de manos, a la usanza de los ex presidentes Luis Echeverría Alvarez y José López Portillo que popularizaron esta prenda durante sus giras por el sureste del país.

“Es la primera vez que lo hace desde que inició sus giras al interior del país”, señaló un integrante de su comitiva en la que figuraron Emilio Chuayfuet Chemour, secretario de Gobernación y el secretario de Comunicación y Transporte, Gerardo Ruiz Esparza.

Más adelante, el Presidente, acompañado de su esposa Angélica Rivera fue recibido por una valla de jaraneros en la explanada del Gran Museo del Mundo Maya en donde se le unió el secretario de la Reforma Agraria, Jorge Carlos Ramírez Marín.

En este punto Peña Nieto se detuvo para admirar el espectáculo multimedia, ya más relajado y con ánimo de gozar de las maravillas mayas. Como lo hiciera en la Plaza Grande, el mandatario saludó de mano de decenas de humildes mujeres mayas y lideresas de las colonias populares que le dieron la bienvenida.