Sexting es el concepto utilizado para el envío de mensajes, vía dispositivos móviles, con textos o explícitos o imágenes con alto contenido sexual. Algunos adolescentes pueden creer que es una divertida forma de interactuar y que es inofensivo, sin embargo los peligros pueden ser más graves de lo que parece.
Los adolescentes pueden ver normal el envío de imágenes sexuales de sí mismos a otras personas, incluso a gente que apenas conocen. Éstos buscan llamar la atención de los demás de una manera positiva para sentirse validados y en muchas ocasiones no saben de qué otra forma lograrlo.
Sin embargo, esto tiene un alto riesgo pues no se puede controlar que las imágenes sean posteriormente enviadas a alguien más o que puedan terminar en manos de un criminal, un depredador sexual o alguien que les desee hacer daño.
El sexting puede llegar a tener repercusiones legales, principalmente si se trata de menores de edad.
Un estudio realizado por el centro de investigaciones “The Pew Internet & American Life Project” reveló que dos de cada tres jóvenes de 16 años está familiarizado con el sexting. Más del 60% de estos jóvenes han enviado o recibido fotos de desnudos o semidesnudos de sí mismos o de amigos cercanos. Otros confesaron haber enviado mensajes sexuales a un novio o novia.
En varios países del mundo, muchos jóvenes y algunos adultos han sido arrestados en casos de sexting. Los supuestos delincuentes han enfrentado cargos desde delitos menores de intimidación y hostigamiento a través del teléfono móvil hasta cargos de pornografía infantil.
Brooke Sommerfield, abogado de niños en San Diego quien ha defendido a jóvenes en casos de sexting, explica: “Los mensajes sexuales en manos de un joven de 16 años califica como pornografía infantil y los tribunales no han demostrado indulgencia ni perdón en estos casos porque los jueces quieren enviar un mensaje de que no van a tolerar estas cosas”.
Si un menor de edad y toma una fotografía reveladora de otra persona menor de 18 años, técnicamente ha producido y está en posesión de pornografía infantil, por lo cual puede ser acusado y procesado por delitos graves.
Al enviar las imágenes a una tercera persona o a un círculo de amigos, éste puede ser acusado de haber distribuido pornografía infantil. Lo mismo se aplica si se suben las fotografías en alguna red social. Sin embargo, los cargos aumentan porque entonces se estaría distribuyendo pornografía infantil a través de líneas estatales un potencial delito federal.
El Centro de Protección de Explotación de Niños en Línea (CEOP por sus siglas en inglés) realizó un cortometraje titulado “Exposed” con el que trata de advertir los graves riesgos de sexting.
Peter Davies, director ejecutivo de CEOP, dijo: “Sabemos que los jóvenes están cada vez usan más la tecnología no sólo para mantenerse en contacto, pero para explorar su sexualidad y empujar los límites de lo que envían y a quién lo envían”.
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