La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, junto al alcalde de Nueva York, Eric Adams, y la gobernadora del estado, Kathy Hochul, presidieron hoy en la «zona cero» de la Gran Manzana los actos de homenaje por el 22 aniversario del 11 de septiembre, el atentado terrorista más grave registrado en la historia del país.
Quedan todavía alrededor de 1.100 restos humanos por identificar, almacenados en el Museo Memorial Nacional del 11 de Septiembre, situado junto al lugar donde se levantaban las torres.
El médico forense jefe de la ciudad, Jason Graham, recordó que esta es «la investigación forense más amplia y compleja de la historia de nuestro país», pero aun así «seguiremos indesmayables en nuestra misión (de identificación) usando los últimos avances tecnológicos».
Aunque hoy es un día laborable normal, se han colocado varias señales como recordatorio en el país aquella fecha que marcará su historia para siempre: banderas a media asta en lugares oficiales, homenajes en cada parque de bomberos, un haz de doble luz en el lugar donde se levantaban las Torres Gemelas y el acto anual de lectura pública de todos aquellos que perecieron en aquel atentado múltiple.
Cada 11 de septiembre, los dos fosos que hoy sustituyen a las torres y en los que están inscritos los nombres de los muertos en el atentado, se llenan de banderitas de Estados Unidos y rosas amarillas, de manera solemne al mismo tiempo y que duran varias horas.
Aunque el homenaje central se celebra en Nueva York, hay actos también en el Pentágono y en Shaksville, Pensilvania, donde se estrellaron otros dos aviones en aquella jornada que se saldó en total con casi 3.000 muertos.
El presidente, Joe Biden, apuntó en X (anteriormente Twitter) que la historia estadounidense en sí misma cambió hace 22 años, «pero lo que no pudo cambiar ni cambiará es el carácter de la nación».
Hoy recordamos las 2,977 preciadas vidas que nos robaron el 11 de septiembre y reflexionamos sobre todo lo que se perdió en el fuego y la ceniza esa mañana de septiembre», señaló el mandatario demócrata, que además fue vicepresidente de Barack Obama (2009-2017).
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, señaló por su parte en un comunicado que la memoria de quienes perecieron «nos recuerda por qué debemos seguir luchando contra quienes cometen actos de terrorismo».
En los años transcurridos desde entonces, hemos trabajado codo con codo con aliados de todo el mundo para poner fin al flagelo del terrorismo y garantizar que los terroristas rindan cuentas por sus crímenes. Estados Unidos seguirá defendiendo nuestra patria, nuestro pueblo y nuestros aliados», sostuvo.
Desde el memorial del Pentágono en Arlington, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, recordó a su vez a las 184 fallecidas tanto en esas instalaciones como en el vuelo 77, el tercero secuestrado en el marco de esos atentados.
Siempre honraremos la memoria de nuestros compañeros caídos. Siempre estaremos junto a sus familias y nos esforzaremos siempre para ser merecedores de la memoria de aquellos a los que perdimos», añadió.
Todo EU de luto tras 22 años del atentado terrorista
Las campanas sonaron en el punto cero, pese a que los solemnes homenajes se llevaron a cabo en todo el país mientras los estadounidenses reflexionaban el lunes sobre el horror y el legado del 11 de septiembre.
Las personas además se reunieron en monumentos conmemorativos, estaciones de bomberos, ayuntamientos, campus y otros lugares para conmemorar el 22º aniversario del ataque terrorista más mortífero en suelo estadounidense.
Casi 3,000 personas perdieron la vida cuando aviones secuestrados se estrellaron en el World Trade Center de Nueva York, el Pentágono y Shanksville, Pensilvania, y el ataque cambió la política exterior estadounidense y los temores domésticos.
«Para aquellos de nosotros que perdimos a personas ese día, ese día todavía está sucediendo. Todos los demás siguen adelante. Y tú encuentras una manera de avanzar, pero ese día siempre está sucediendo para ti», dijo Edward Edelman al llegar al punto cero para rendir homenaje a su cuñado asesinado, Daniel McGinley.
El presidente Joe Biden tiene programada una ceremonia en una base militar en Anchorage.
Su visita, de camino a Washington, D.C., desde un viaje a India y Vietnam, es un recordatorio de que el impacto del 11 de septiembre se sintió en todos los rincones de la nación, por más remotos que fueran.
Los ataques de aviones secuestrados cobraron casi 3,000 vidas y remodelaron la política exterior estadounidense y los temores domésticos.
Ese día, «éramos un país, una nación, un pueblo, tal como debería ser. Ese era el sentimiento, que todos se unieron y hicieron lo que pudieron, donde estaban, para tratar de ayudar», dijo Eddie Ferguson, el jefe de bomberos y rescate en el condado de Goochland, Virginia.
Está a más de 100 millas del Pentágono y a más de tres veces la distancia de Nueva York.
Pero un sentido de conexión está consagrado en un monumento local que incorpora acero de las torres gemelas destruidas del World Trade Center.
El condado predominantemente rural de 25,000 habitantes no solo celebra una sino dos conmemoraciones aniversarias: un servicio matutino centrado en los socorristas y una ceremonia nocturna en honor a todas las víctimas.
Otras comunidades en todo el país rinden homenaje con momentos de silencio, campanadas, vigilias con velas y otras actividades.
En el punto cero, la vicepresidenta Kamala Harris, quien asistió a la ceremonia en el Memorial Nacional del 11 de septiembre y el Museo, y optó por no contar con discursos de figuras políticas para, en cambio, dar el podio a los familiares de las víctimas para una lectura de varias horas de los nombres de los fallecidos.
James Giaccone se inscribió para leer nuevamente este año en memoria de su hermano, Joseph Giaccone, de 43 años. La familia asiste a la ceremonia todos los años para escuchar el nombre de Joseph.
«Si su nombre se pronuncia en voz alta, no desaparecen», dijo James Giaccone en una entrevista reciente.
La conmemoración es crucial para él.
«Espero no ver el día en que minimicen esto», dijo. «Es un día que cambió la historia».
Biden, primer presidente en rendir homenaje a las víctimas del 9/11
Biden, un demócrata, es el primer presidente en conmemorar el 11 de septiembre en Alaska o en cualquier lugar del oeste de Estados Unidos.
Él y sus predecesores han ido a uno u otro de los sitios de los ataques en la mayoría de los años, aunque el republicano George W. Bush y el demócrata Barack Obama conmemoraron el aniversario en el césped de la Casa Blanca en ocasiones.
Obama siguió una de esas conmemoraciones reconociendo a los militares con una visita a Fort Meade en Maryland.
La primera dama Jill Biden tiene previsto colocar una corona en el memorial del 11 de septiembre en el Pentágono.
En Pensilvania, donde uno de los aviones secuestrados se estrelló después de que los pasajeros intentaron tomar la cabina, está programado un acto de recuerdo y colocación de una corona en el Monumento Nacional del Vuelo 93 en Stoystown, operado por el Servicio de Parques Nacionales.
Claudia Sheinbaum y Maru Campos impulsan transporte público en Juárez con millonaria inversión
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, anunciaron una inversión conjunta para modernizar el sistema de transporte público en Ciudad Juárez. Además, se contemplan nuevas obras carreteras y caminos para mejorar la conectividad en la entidad.
El anuncio se realizó durante la inauguración del Hospital General Regional No. 2 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Ciudad Juárez, evento en el que también participó el alcalde Cruz Pérez Cuéllar y otros funcionarios.
“Vamos a desarrollar en Ciudad Juárez un sistema de transporte público digno para todos los juarenses, con el apoyo de la gobernadora y el alcalde”, declaró Sheinbaum en el marco de su gira de trabajo por Chihuahua.
El sistema de transporte JuárezBus, que ya cuenta con tres líneas troncales, recibirá un impulso significativo con esta inversión federal y estatal. En días recientes, Maru Campos puso en marcha la operación del BRT-1, una de las principales rutas del sistema.
La infraestructura del BRT-1 incluye 34 estaciones a lo largo de 42 kilómetros, cubriendo rutas de ida y vuelta. Con una inversión estatal de 800 millones de pesos, se adquirieron 40 unidades modelo 2025, se construyeron nuevas oficinas para la Operadora de Transporte (OTV) y se habilitaron patios, talleres y módulos de control.
Se estima que el BRT-1 transportará a 24 mil pasajeros diariamente, beneficiando directamente a los más de 1.5 millones de habitantes de Ciudad Juárez.
Durante su discurso, Maru Campos destacó que esta inversión representa un paso firme hacia la modernización del transporte público en la región y reafirmó su compromiso para continuar con obras que fortalezcan la infraestructura urbana.
Con esta alianza entre el gobierno federal y estatal, Ciudad Juárez se perfila como un referente en movilidad urbana en el norte del país, asegurando un servicio de transporte público eficiente, seguro y accesible para sus habitantes.