El 50 por ciento de los brasileños se opone a la realización de los Juegos Olímpicos de Río, que comienzan dentro de 17 días en un país sacudido por una aguda crisis económica y política, según reveló un sondeo de Datafolha.
El rechazo a los Juegos, que llegan en un año plagado de convulsiones, se duplicó respecto a junio de 2013, cuando un 25% de los consultados estaba en contra de la mayor cita deportiva del planeta, de acuerdo con la encuesta publicada ayer por el diario Folha de Sao Paulo.
En aquel momento, un 38% opinaba que organizar los primeros Juegos de Sudamérica traería más desventajas que beneficios a Brasil, un porcentaje que se ha disparado ahora hasta el 63% actual.
Hace tres años, un 64% de los consultados era favorable a que el país organizara el evento, frente al 40% que aún considera ahora que es una buena idea.
Muchas cosas han cambiado desde aquella tarde triunfal de 2009 en Copenhague, cuando un Brasil imparable, y con el popular presidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) a la cabeza, conquistaba la sede de los Juegos de 2016.
Siete años después, el gigante sudamericano se encuentra sumido en la peor recesión económica en décadas y en una crisis política que derivó en la suspensión de la mandataria Dilma Rousseff en mayo por supuesto maquillaje de las cuentas públicas.
El Senado decidirá si la destituye definitivamente a finales de agosto, días después de que terminen los Juegos.
AFP