“Para garantizar que la igualdad entre hombres y mujeres sea una realidad, es necesario escuchar y dialogar, no sólo tomar decisiones detrás de un escritorio”, así lo declaró el candidato a diputado por el Distrito 8 federal por la Coalición Juntos Hacemos Historia, Fernando Tiscareño Luján, al reunirse con mujeres de su distrito.
“Para mí es muy importante la escucha, sólo así podremos darle un buen rumbo a México. Es necesario entender que, para construir una gran nación, se necesita del esfuerzo de todos, no podemos seguir segmentados y divididos”, expuso.
Agregó que en todos los sectores de la sociedad hay mujeres valiosas que deben ser escuchadas y tomadas en cuenta, pero no sólo porque lo mandate una Ley, sino por convicción. “¡Ya basta! de tantas promesas a medias, es tiempo de que todos tengamos las mismas oportunidades, el mismo desarrollo y la misma valía”.
“Uno de los compromisos que tengo, en cuanto llegue al Congreso de la Unión, es revisar la armonización de las reformas en materia federal y local; la situación salarial, por ejemplo, que desde 2014 no ha sido atendida, o la transparencia de las bolsas económicas que se concursan con tanto esfuerzo y que nunca llegan a quien las necesita”, detalló el candidato.
También se comprometió a revisar a detalle las aportaciones de pensionados y jubilados, para garantizar que se les brinde un servicio de salud y medicamentos de calidad. “la clase trabajadora, los sectores productivos, las empresas, las organizaciones de la sociedad civil, la academia, todos debemos colaborar para que el bienestar sea integral y universal en México, que no haya brechas tan grandes en el desarrollo de unos y en el abandono de otros”, sentenció.
Durante el encuentro, en el cual estuvo presente el candidato a Gobernador por la Coalición Juntos Hacemos Historia, Juan Carlos Loera de la Rosa, se declaró como compromiso fundamental de la Cuarta Transformación el bienestar de todos los ciudadanos por igual, hombres y mujeres, que a diario hacen que esta nación se mueva y que merecen tener un trato digno, no uno segmentado como se los han dado los gobiernos del PRIAN.