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Salud y Bienestar

Seguro Popular prioriza la atención desde el embarazo hasta el recién nacido

El Departamento de Gestión Médica del Seguro Popular informa que el embarazo, parto y puerperio, así como la persona recién nacida, se encuentran dentro de la cobertura en el CAUSE 93 del Catálogo Universal de Servicios de Salud. Este programa prioriza la atención temprana y oportuna de la mujer desde que se encuentra embarazada hasta el término, así como del recién nacido y etapas posteriores, vigilando su crecimiento y desarrollo.

Las mujeres en edad reproductiva que deseen embarazarse, deben acudir de preferencia acompañadas por su pareja para la atención médica y con ello, recibir asesoría médica sobre el riesgo reproductivo. Todo esto con un mínimo de tres meses antes de intentar el embarazo.

Así mismo, comentaron que es de suma importancia el elegir a un médico que brinde atención prenatal y consultarlo regularmente, las citas frecuentes pueden asegurar tanto la seguridad de la madre como la del bebé en crecimiento a lo largo de todo el proceso de embarazo.

Es importante tomar ácido fólico tres meses antes de intentar el embarazo y continuar tomándolo durante el mismo, esto ayudará a prevenir algún defecto en el tubo neural. De esta forma la mujer embarazada debe revisar su peso durante el embarazo, ya que se debe ganar peso, y esto afecta directamente en el desarrollo del producto, sin importar cuanto sea lo que aumente. Cada mujer necesitará ganar una cantidad distinta de peso para mantener en un rango saludable.

La ingesta de frutas y verduras con alto contenido en vitamina C, es mejor obtenerla de alimentos naturales que de las pastillas y suplementos. Se pueden obtener grandes cantidades consumiendo cítricos, papaya, fresas, brócoli, coliflor, tomates, coles y pimientos rojos.

Una de las indicaciones del Seguro Popular para las mujeres embarazadas, es que duerman recostadas sobre su lado izquierdo, ya que esto alivia la presión de la espalda y evita interrumpir la circulación de alguna vena principal conectada al útero. De la misma manera es recomendable mantenerse activa y ejercitarse con regularidad, esto mantendrá sana a la persona embarazada y al bebé.

Otras recomendaciones:

? No bebas alcohol durante el embarazo.

? No fumar.

? Aléjate de las drogas.

? No pases mucho tiempo en las bañeras, saunas o cuartos de vapor.

? Elimina el consumo de cafeína.

? Evita las toxinas ambientales (solventes para limpieza, químicos fuertes, metales pesados (mercurio y plomo) y algunos agentes biológicos).

? Si tienes mascotas, evita cambiar la caja de arena.

? Evita comer carne cruda o poco cocida.

? No comer pescados que contengan altos niveles de mercurio.

? No comer ningún tipo de queso no pasteurizado.

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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