La Confederación Nacional Campesina informó que en lo que va del año la sequía se ha manifestado en más del 50 % del país, en particular de la zona centro hacia el norte, y que las principales presas de almacenamiento para agua en áreas de riego, se encuentran en sus niveles más bajos, del 25 al 30 por ciento de su capacidad de embalse.
El senador y presidente de la CNC, Gerardo Sánchez García indicó que ante esta realidad los agricultores y ganaderos están preocupados porque las tierras de temporal y de agostadero, las más afectadas por la falta de humedad, están preparadas en su mayor parte para el siguiente ciclo productivo; sin embargo, todavía no las pueden cultivar para evitarse el riesgo de que la semilla no germine.
Hasta la fecha, se han registrado diversos daños en el desarrollo de los cultivos del ciclo invernal, especialmente en cereales como maíz y trigo, en sorgo y forrajes, en tanto que el ganado se nota flaco; los pastos en agostaderos están secos; no hay pariciones y se ha iniciado la presencia de abortos en los animales por la falta de agua.
Lo anterior se basa en reportes enviados a esta central por los líderes de las Ligas de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos de la CNC en los estados de Sonora, Chihuahua, Durango, Zacatecas, Coahuila, Tamaulipas, San Luis Potosí y Nuevo León, entre otras.
En sus mensajes piden al senador Gerardo Sánchez García gestionar ante instancias gubernamentales la agilización de los programas institucionales, así como revalorar los esquemas de apoyo financiero y, “si es posible, que Procampo se pague pronto y parejo”, dijeron.
Los dirigentes cenecistas estatales coinciden en que, si bien de enero a junio es el periodo de estiaje, caracterizado por altas temperaturas y escasez de lluvias, la experiencia de años recientes obliga a tomar precauciones para evitar que se dañen grandes extensiones de granos o que el ganado muera por falta de agua y forrajes.
“Los productores no debemos ser los únicos que carguemos con los daños”, dijeron y expresaron su confianza de que el gobierno federal y los gobiernos estatales, canalicen apoyos específicos contra la sequía, “porque los tiempos ahora son diferentes con eso del cambio climático”.
Al respecto, señalaron que la variabilidad climática es uno de los factores principales que recrudecen los efectos adversos de estos fenómenos naturales, por lo que el estudio y adopción de medidas de adaptación al cambio climático, es uno de los temas relevantes que se deben analizar por expertos, funcionarios gubernamentales, la academia y la sociedad en conjunto.
Consideraron que “todos juntos, debemos organizar los esfuerzos para implantar un programa que mitigue los riesgos derivados de las sequías e inundaciones, en su caso, privilegiando las inversiones hacia la prevención y que incluya los temas de infraestructura, ordenamiento territorial, sistemas de monitoreo y alerta temprana”.
Advirtieron que “si no tenemos proyectos para enfrentar la eventual crisis por la falta de agua para la agricultura, las consecuencias podrían reflejarse en una mayor dependencia del exterior por la creciente importación de cereales y oleaginosas, y aumento de pobreza de la población vulnerable, como es el caso del sector rural”.
Explicaron también que la muerte del ganado por falta de agua provoca aumento del desempleo en el campo, la suspensión de ingresos debido a la baja comercialización de animales, pérdida de peso por unidad-animal; aparición de compradores oportunistas y emigración de gente joven ya sea a las ciudades del país o al extranjero.
Por eso, para los cenecistas los apoyos gubernamentales deben llegar con oportunidad, a fin de mantener la planta de empleo rural, con la finalidad de que los pequeños y medianos productores mantengan un nivel de ingreso y puedan alimentar a sus familias.
Redacción: Corina Muruato
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