El béisbol volvió a rendirse ante Shohei Ohtani. Con una actuación que ya se inscribe entre las más memorables en la historia de las Grandes Ligas, el astro japonés guió a los Dodgers de Los Ángeles a su segunda Serie Mundial consecutiva tras barrer 4–0 a los Cerveceros de Milwaukee en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.
Ohtani brilló como lanzador y bateador de forma inigualable. En seis entradas lanzadas, ponchó a diez rivales sin permitir carrera, y al mismo tiempo conectó tres cuadrangulares que enloquecieron a la afición angelina. Sus jonrones, de 427, 469 y 446 pies respectivamente, lo convirtieron en el primer jugador en la historia de la MLB en batear tres vuelacercas y ponchar al menos a un rival en el mismo partido —mucho más asombroso al hacerlo con diez ponches y después de trece días sin abrir un juego.
Con esta actuación, Ohtani fue nombrado Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato. “Fue muy divertido desde ambos lados del juego”, dijo al recibir el trofeo, antes de prometer que buscarán “cuatro victorias más”.
Freddie Freeman, primera base de los Dodgers, resumió el sentimiento general: “A veces hay que comprobar si Shohei no está hecho de acero. Lo que hizo esta noche es absolutamente increíble. Será recordado como el juego de Ohtani”.
El lanzador veterano Clayton Kershaw, futuro miembro del Salón de la Fama, también destacó el privilegio de tenerlo como compañero: “Hasta que juegas con él, no entiendes el nivel en el que está. Es de otro planeta”.
El equipo angelino, que ha ganado el título de la Liga Nacional cinco veces en los últimos nueve años, vuelve a la Serie Mundial con un ritmo arrollador. Han perdido solo un juego en toda la postemporada y su cuerpo de lanzadores —con Ohtani, Blake Snell, Yoshinobu Yamamoto y Tyler Glasnow— no ha permitido más de una carrera por partido desde hace más de una semana.
El mánager Dave Roberts encendió los ánimos de la multitud en el Dodger Stadium al declarar: “Antes de que iniciara la temporada dijeron que estábamos arruinando el béisbol. Pues vamos a conseguir cuatro victorias más y realmente arruinarlo”.
Ningún equipo ha repetido como campeón desde los Yankees de Nueva York entre 1998 y 2000, pero estos Dodgers parecen listos para romper la maldición. Con un Ohtani en modo legendario y una alineación que combina poder y disciplina, Los Ángeles luce como una verdadera maquinaria rumbo al título.