Camila, de 9 años, salió a jugar en la calle Poder Popular, de la colonia con el mismo nombre, en el municipio de Valle de Chalco, y fueron suficientes unos segundos para que un vecino, quien debía vigilar la colonia, abusara de ella y la asesinara.
La pequeña salió de su casa a tronar algunos cohetes. Tras una intensa búsqueda, su cuerpo fue encontrado en el domicilio donde vivía el supuesto vigilante, un sujeto que tenía poco tiempo de haber llegado. Y del que nada se sabe.
Narra José Manuel Espinosa, padre de Camila:
«Era muy risueña, muy vanidosa. Le gustaba mucho fotografiarse, le gustaba mucho jugar con sus hermanos, le gustaba hacer mucha amistad, mucha amistad. Mucha gente de la colonia la conocía, en la colonia la querían mucho a mi hija. Era muy amiguera mi hija».
Así era la niña de nueve años que fuera ultrajada y asesinada por un vecino en la colonia Poder Popular en Valle de Chalco, cuando salió por unos instantes a la calle.
«Pues eran como las 7 de la noche cuando me metí a bañar y mi hija me pidió un encendedor. Me dijo: ‘papito, me puedes prestar un encendedor’, le dije: ‘para qué’ y me dijo ‘voy a prender mis ratoncitos, mis cuetes’… Le digo, ‘si, tómalo de mi mochila. Y se bajó afuerita de mi casa», agrega.
Recuerda que por horas, buscaron sin imaginarse que se encontraba a tan solo unos pasos del lugar donde desapareció.
Nos pusimos otra vez a indagar sobre este tipo que lo andaban buscando para preguntarle si él no la había visto, pero no apareció por ningún lado. Por eso más nos dio la espina de abrir su cuarto donde él habitaba y estaba una lona al lado y no estaba asegurado. Dos vecinos se metieron y adentro había un cuarto todo cerrado con tablaroca y cuando un vecino se metió y abrió la puerta, fue cuando la vio, y yo escuché cuando el vecino dijo, «Se pasó de pendejo, aquí está la niña».
En el interior de la vivienda donde vivía un sujeto, que había sido el vigilante de la colonia, se encontraba el cuerpo de Camila.
«Yo con mi desesperación empujé la puerta hasta que se abrió y entré y un vecino me dijo ‘vecino. sea fuerte, espérese’ y yo, la verdad, con mi desesperación entré, lo aventé y entré a ver a mi hija… Y la vi en un colchón tirada, golpeada y semidesnuda y la verdad la abracé y yo sentí que estaba dormida, estaba desmayada, pero cuando ya la toqué ya estaba fría; estaba totalmente fría».
En casa de Camila hoy hay dolor, desesperación e indignación, pues cortaron la vida de una niña que apenas empezaba a vivir y que le gustaba relacionarse con los demás.
«Que lo encuentren, que le hagan justicia a mi hija, porque era una niña de nueve años, inocente niña que apenas estaba viviendo su niñez, sin maldad, sin malicia, y pues la verdad, pues mi vida y la de mi familia va a cambiar. Ya no va a ser lo mismo, le pido a Dios nos de fortaleza para salir adelante y le pido a toda la gente de las redes sociales que nos han ayudado, muchas gracias».
La tarde de este miércoles darán el ultimo adiós a Camila, la pequeña que solo salió a jugar con sus cohetes, en el panteón de la localidad.