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Sube el euro

El dólar caía contra las monedas de rendimientos más altos este miércoles, como las unidades de Australia y Nueva Zelanda, por las previsiones de que la Reserva Federal de Estados Unidos optará por inyectar aún más dinero en su sistema bancario doméstico.

Pero la divisa norteamericana marcó un máximo en ocho meses contra el yen por las apuestas a que el Banco de Japón implementará un alivio monetario más agresivo tras unos comicios del domingo, donde se espera un triunfo del Partido Liberal Democrático.

Con respecto a la Fed, las expectativas apuntan a que anunciará una nueva ronda de compras de bonos del Tesoro más tarde el miércoles, y muchos economistas proyectan que se inclinará por adquisiciones mensuales de 45,000 millones de dólares.

No obstante, los analistas decían que existía el riesgo de que los funcionarios pudieran decidir comprar más que ese total, lo que generaría amplias presiones a la venta sobre el dólar.

La posibilidad de un mayor alivio monetario en Estados Unidos incrementa la atención sobre las unidades de rendimiento más alto pues las cuatro monedas más líquidas del mundo -el dólar, el euro, el yen y la libra esterlina- actualmente tienen todas tasas de interés cercanas al cero por ciento.

Cuantos más dólares inyecte la Fed, es más barato el costo del financiamiento para los inversionistas que usan la unidad norteamericana para pagar las compras de activos de mayor renta.

El euro ganaba 0.2% a 1.3026 dólares, bastante arriba de un mínimo de 1.2876 dólares visto la semana pasada. La divisa única europea sostenía sus avances tras unos datos de la confianza económica alemana del martes que resultaron mejores de lo previsto.

El dólar ganaba el 0.55 contra el yen a un máximo en ocho meses de 89.94 unidades de Japón.

Reuters

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Trump revienta contra Irán e Israel: “No saben qué carajo hacen”; fracasa su intento de tregua en solo 18 horas

La tensa situación en Medio Oriente escaló nuevamente este martes, luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetiera públicamente contra los gobiernos de Irán e Israel, a quienes acusó de romper el alto al fuego que él mismo había negociado apenas horas antes.

“Ambos países no saben qué carajo hacen”, lanzó Trump en su red social oficial, visiblemente molesto por la ruptura de lo que había calificado como un “acuerdo histórico” entre los dos enemigos geopolíticos. La tregua, sin embargo, duró solo 18 horas antes de que ambas naciones retomaran las hostilidades con fuego cruzado.

De acuerdo con fuentes estadounidenses e israelíes, el 22 de junio Estados Unidos lanzó ataques contra instalaciones militares de Irán, y al día siguiente, fuerzas iraníes respondieron con misiles dirigidos a bases estadounidenses en Catar. La rápida escalada llevó a Trump a intervenir personalmente para lograr un cese al fuego, que fue anunciado públicamente con tono triunfalista por la Casa Blanca.

No obstante, el frágil acuerdo se desmoronó casi de inmediato, luego de que milicias aliadas de Irán lanzaran cohetes hacia el norte de Israel, a lo que el ejército israelí respondió con bombardeos aéreos. El propio Trump confirmó este martes que Israel había atacado objetivos iraníes en represalia, lo que anuló cualquier esperanza de estabilidad inmediata.

El presidente estadounidense advirtió además que “Irán nunca reconstruirá su programa nuclear”, en referencia al ataque que ordenó contra instalaciones atómicas de ese país. Si bien Teherán niega haber violado el acuerdo de tregua, la Casa Blanca considera que los ataques de sus grupos aliados constituyen una clara provocación.

Aún más, Trump exhortó directamente a Israel a detener sus ofensivas: “Si lanzan esas bombas, es una gran violación”, escribió, dejando entrever que la paciencia de Washington también se está agotando con su principal socio en la región.

La reacción del mandatario refleja el nivel de frustración por el fracaso de su mediación y pone en evidencia la dificultad de contener un conflicto de alto riesgo entre dos actores con intereses irreconciliables. Aunque Trump asegura que “ambos acudieron a él en busca de paz”, su figura como intermediario quedó debilitada tras el retorno inmediato de la violencia.

Analistas advierten que el conflicto amenaza con salirse de control, especialmente si continúan los ataques cruzados y si Estados Unidos se ve obligado a responder militarmente en defensa de sus tropas o de sus aliados. Mientras tanto, la tensión se mantiene al máximo y los canales diplomáticos parecen cada vez más ineficaces frente a la lógica de la confrontación.

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