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Suman 24 mil 324 muertos y 196 mil 847 contagios por COVID-19 en México

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José Luis Alomía, Director General de Epidemiología, informó que este miércoles 24 de junio, México alcanzó los 24,324 decesos por COVID-19. Además hay 196,847 contagios acumulados (registrando 5,437 nuevos casos en un lapso de 24 horas) desde que inició el primer caso positivo el febrero pasado.

En el país hay 24,036 casos confirmados activos, los cuales representan la epidemia activa. Hay 256,336 casos negativos, 62,475 sospechosos, y un total de 515,658 personas estudiadas.

Esta conferencia vespertina es la número 117, en el día 24 de la “nueva normalidad”, bajo el semáforo epidemiológico de color rojo (alerta máxima) en 15 estados, incluyendo la capital, y con 17 estados en alerta naranja (riesgo alto); los cuales permanecerán de este modo hasta el próximo viernes cuando se actualice la información.

Informó el funcionario que hay 40,219 casos sospechosos activos, un número que casi dobla el de casos confirmados, los cuales se concentran en la Ciudad de México, Estado de México y Puebla.

En el panorama internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) registra a América como el lugar donde se concentran la mayoría de casos confirmados, con 1,091,555.

La zona Mediterráneo Oriental está detrás del continente Americano, con 273,392 contagiados o el 14.1% de casos, mientras que en el tercer lugar está Europa con 259,680 casos o 13.1 por ciento. El total de casos confirmados a nivel mundial es de 9,129,146, pero aquellos confirmados en los últimos 14 días son 1,982,575 o el 22 por ciento. La tasa de letalidad global es de 5.2 por ciento.

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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