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Política

También los candidatos festejaron Día del Padre

Entre los millones de padres mexicanos que este do­mingo celebraron su día, hay tres de ellos que son muy especiales. Sus nombres: Ga­briel Quadri, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.

Los tres hombres que aspiran a la Presidencia del país son también padres de familia y sus hijos, para bien o para mal, dentro o fuera de las campañas, no dejan de ser un factor en sus vidas.

Tal es el caso de Gabriel Quadri, padre de Paulo y Luciano, frutos de su primer matrimonio con Regina Bar­ba Pirez. Actualmente Lu­cia­no, de 28 años, no sólo es el coordinador de su campaña, sino que es candidato suplente a una diputación federal, cuyo propietario es René Fujiwara, nieto de la dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo.

Por su parte, Andrés Manuel López Obrador es padre de cuatro hombres José Ramón, Andrés Manuel y Gonzalo Alfonso, con su primera esposa Rocío Beltrán; y Jesús Ernesto con Beatriz Gutiérrez Müeller, su actual cónyuge.

De los cuatro vástagos que tiene el aspirante de Movimiento Progresista, al menos dos están metidos en la campaña. Tal es el caso de José Ramón, de 30 años y primogénito, que aunque no tiene un cargo dentro de la campaña, desarrolla funciones de logística y atiende a gente que busca apoyo.

El menor de sus hijos, Jesús Ernesto, de sólo seis años es quizás el más conocido de todos ya que apareció en uno de los spots de televisión, sentado en las piernas de AMLO.

Finalmente, Enrique Pe­ña Nieto es el único candidato que no tiene hijos ma­yores de edad. Pero él es padre de cinco niños. Con su primera esposa Mónica Pretelini procreó tres hijos: Paulina, Alejandro y Nicole, pero fuera del matrimonio tuvo otros dos hijos.

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Chihuahua

Cruz Pérez Cuéllar toma control de la AALMAC en Chihuahua: ¿municipalismo progresista o plataforma electoral?

En plena recta final de su administración y en medio de especulaciones sobre su futuro político, el alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, asumió este viernes la coordinación estatal de la Asociación de Autoridades Locales de México A.C. (AALMAC) en Chihuahua. El acto, realizado en un evento oficial con presencia de representantes municipales de todo el estado, marca un nuevo escalón en la proyección regional del edil fronterizo.

Con más de 25 años de existencia y más de mil gobiernos locales afiliados, la AALMAC se define como la voz del municipalismo progresista en México. Pero más allá del discurso, la organización ha servido en los hechos como plataforma de articulación política entre alcaldes de izquierda —especialmente de Morena—, con el objetivo de ganar peso frente a los gobiernos estatales y federales, negociar presupuestos y empujar reformas legislativas.

Durante la toma de protesta, se presentó la Coordinadora Estatal de la AALMAC en Chihuahua, que según sus promotores buscará ser un espacio de diálogo y colaboración para enfrentar problemáticas comunes como seguridad, infraestructura y servicios públicos. Nada que no se haya dicho antes en cada cumbre municipalista… pero con un giro: esta vez, con Pérez Cuéllar al mando.

El edil juarense, que también funge como vicepresidente nacional de la asociación, no perdió la oportunidad para enviar un mensaje de ambición política disfrazado de visión regional. “Los desafíos más urgentes del país también se enfrentan desde los municipios”, dijo, dejando claro que, aunque sus facultades son locales, su mirada está más allá de la frontera de Ciudad Juárez.

Entre los logros que presume la AALMAC están las compras consolidadas, inversiones en plantas de tratamiento, rellenos sanitarios y reformas legislativas que —según ellos— han impactado positivamente a los municipios. Sin embargo, fuera del círculo político, muchos de estos avances son poco visibles para la ciudadanía, y en algunos casos, apenas en etapa de promesa.

En contexto electoral, el ascenso de Pérez Cuéllar como coordinador estatal de esta organización no pasa desapercibido. Con las elecciones de 2027 en el horizonte y una creciente exposición nacional, el movimiento no solo fortalece su liderazgo entre alcaldes de Morena, sino que lo posiciona como un actor clave dentro del reacomodo de poder en Chihuahua.

La pregunta es clara: ¿la AALMAC en el estado será un verdadero motor de coordinación municipal o una plataforma más para la promoción de figuras políticas? Mientras los municipios siguen enfrentando carencias en seguridad, agua, basura y servicios públicos, las respuestas deberán ir más allá de los discursos. Y rápido.

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