Los Texans apalean a los Browns con dos TDs de su defensiva/ LAPRESSE
Joe Flacco tiró dos pick-six consecutivos y la ofensiva de Houston hizo pedazos a la defensa de Cleveland
El novato CJ Stroud se convirtió en el quarterback más joven en ganar un partido de playoffs de la NFL, desplazando a Michael Vick, después de lanzar para 274 yardas y tres touchdowns, en la paliza de los Houston Texans de 45-14 sobre los Cleveland Browns en el arranque de la Ronda de Comodines de la AFC.
Joe Flacco tiró dos pick-six en series ofensivas consecutivas consecutivos y la ofensiva de Houston hizo pedazos a la defensa de Cleveland, que llegó al partido como su principal fortaleza en la temporada, lanzando pases de touchdown de 15, 76 y 37 yardas.
Stroud, la segunda selección general en el draft de abril pasado, es también el quarterback novato mejor seleccionado en ganar en la postemporada. Stroud jugó esta noche con 22 años y 102 días, superando una victoria de Michael Vick, quien tenía 22 años y 192 días cuando sus Falcons vencieron a los Packers en 2002.
El partido comenzó con un tiroteo en el que ambos equipos intercambiaron el liderato en el marcador, primero anotando los Browns para ponerse 7-0; luego los Texans tomaron la ventaja 7-10, y en el arranque del segundo cuarto, Cleveland recuperó la ventaja con una recepción de Kareem Hunt.
El dominio de los Texans en casa rumbo a la Ronda divisional
Pero es fue todo. Stroud comenzó a lanzar pases profundos y su línea ofensiva le sacudió la presión para inclinar el partido con dos touchdowns más, para mandar el partido al descanso 14-24, con 236 yardas y tres touchdowns antes del medio tiempo.
La defensa tomó el control después de eso, con Steven Nelson y Christian Harris devolviendo intercepciones para touchdowns en series consecutivas en el tercer cuarto para extender la ventaja a 38-14 y el partido quedó resuelto antes del final del tercer cuarto.
Con los Texans arriba 45-14 faltando nueve minutos, el trabajo de Stroud estaba hecho y fue reemplazado por Davis Mills.
De regreso a los playoffs por primera vez desde 2019, el juego estelar de Stroud y el liderazgo del entrenador de primer año DeMeco Ryanstransformaron a los Texans (11-7) del hazmerreír de la NFL a campeones de la AFC South.
Flacco, que cumplirá 39 años en tres días, se levantó del sofá para tener marca de 4-1 como titular para finalizar la temporada regular y llevar a los Browns (11-7) a apenas su tercera aparición en los playoffs desde su renacimiento de expansión en 1999 y su segunda en cuatro temporadas con el entrenador Kevin Stefanski. Sin embargo, su desempeño fue lamentable, pues llegaron a esta noche como favoritos en los momios, pese a que jugaban como visitantes.
Jugando en su partido número 17 de postemporada, pero el primero en nueve años, Flacco no pudo continuar su racha mágica bajo las brillantes luces de los playoffs y los Browns se van de una manera decepcionante de la temporada, cuando se esperaba que llegaran lejos.
En este duelo donde ambos equipos son de los pocos que nunca han llegado a un Super Bowl, Los Ravens son el primer sembrado y ahora los acompañan los Texans, con el número 4 de la siembra en la AFC.
Anthony Joshua dejó en claro la diferencia entre un excampeón mundial y una celebridad convertida en boxeador. El británico venció por nocaut técnico a Jake Paul en el sexto asalto de un combate de peso completo celebrado la noche del viernes en Miami, una pelea que desde su anuncio generó polémica por el contraste de experiencia, tamaño y trayectoria entre ambos contendientes.
El enfrentamiento, pactado a ocho rounds profesionales, despertó críticas por los riesgos que implicaba para Paul, quien llegó con marca de 12 triunfos y una derrota frente a Joshua, dos veces campeón del mundo y con récord de 28 victorias y cuatro caídas. Sin embargo, contra la mayoría de los pronósticos, el estadounidense resistió más de lo esperado y logró extender la contienda hasta bien entrada la segunda mitad.
Desde el inicio, Paul optó por el movimiento constante y el amarre, una estrategia evidente para consumir tiempo y evitar los golpes de poder del británico. Joshua, por momentos impreciso y visiblemente frustrado, tardó en encontrar su distancia, aunque poco a poco fue imponiendo su físico y su alcance.
En el quinto episodio llegaron los primeros momentos realmente críticos para Paul. Joshua conectó combinaciones más limpias, provocó dos caídas y estuvo cerca de finalizar el combate, aunque su rival logró sobrevivir con esfuerzo y algo de teatralidad, incluso recurriendo a gestos provocadores hacia el británico.
El desenlace llegó en el sexto round. Joshua salió decidido, conectó una derecha contundente que envió a Paul a la lona y, tras reincorporarse en evidente mal estado, el estadounidense recibió un uppercut y una nueva derecha al mentón que obligaron al réferi a detener la pelea. Paul terminó con el labio inferior partido, pero consciente y sonriente, reconociendo el cierre inevitable.
Más allá del resultado, el combate dejó sensaciones encontradas. Para Joshua, la victoria confirmó su superioridad sin que el análisis técnico vaya mucho más allá. Para Paul, haber llegado al sexto asalto frente a un peso completo de élite fue visto por algunos como una muestra de valentía y por otros como una peligrosa puesta en escena.
El debate sobre este tipo de cruces seguirá abierto, pero en el ring no hubo discusión. La experiencia y el poder de Anthony Joshua marcaron el final.