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México

Transformar PGR costará 1,440 millones de pesos

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La transformación de la PGR en una Fiscalía General de la República profesional, autónoma y sin parches legislativos costará 80 millones de dólares, equivalentes a mil 440 millones de pesos, y requerirá de cuatro años de constante trabajo supervisado por expertos nacionales e internacionales.

El dinero provendrá de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), institución que calificó esta colaboración como “el proyecto, por su escala, más grande e importante nunca antes realizado por el BID”, y su ejecución comenzará en los primeros meses del próximo año.

Así lo revela el documento Desafíos y Acciones para Consolidar el Sistema Penal Acusatorio, que el exprocurador general de la República, Raúl Cervantes, entregó al Senado y que ayer fue notificado al pleno de los senadores.

Nuestro diagnóstico institucional indica que, a lo largo de los últimos cien años, la duración promedio de los procuradores en su encargo ha sido de menos de dos años. Desde esa perspectiva, el desarrollo de la PGR ha sido más el resultado de las coyunturas legislativas nacionales y del estilo de la o del titular en turno que de un ejercicio de desarrollo organizacional sistemático y con misión de largo plazo. Por ello, desde la PGR nos hemos propuesto terminar con esa improvisación”, indica el documento.

Así, durante el año que Raúl Cervantes encabezó la Procuraduría, se trabajó para sentar las bases que permitan transformar al Ministerio Público federal en “una organización de excelencia en la prestación del servicio público de procuración de justicia, bajo el sistema penal acusatorio; de alto reconocimiento social por su imparcialidad, objetividad y capacidad técnica; con un servicio de carrera que ofrezca a sus empleados un desarrollo humano integral y genere orgullo institucional, y que esos factores sean auto sostenibles”.

Las bases colocadas para esta transformación se apegan a las mejores prácticas internacionales; se creó el Fideicomiso para la Ejecución de los Programas de Mejora de la Prestación del Servicio de Procuración de Justicia Bajo el Sistema Penal Acusatorio, para garantizar que el dinero invertido no se desvíe a ningún otro propósito y se garantice la transparencia, control, continuidad, estabilidad, aprovechamiento integral e imparcialidad.

Se ejecutarán Programas de Mejora, a partir de un Comité Técnico y un Consejo de Expertos Invitados “con capacidad para opinar sobre el diseño y ejecución de los Programas de Mejora, y que tiene por objeto constituirse en un mecanismo de control de calidad de los trabajos”.

Aclara que el perfil de los integrantes de este consejo es de “personas con amplio reconocimiento y reputación profesional y moral, con experiencia probada en la creación de instituciones públicas, prestadoras de servicios de alta complejidad y volumen, que se han mantenido eficientes e íntegras con el paso del tiempo o que tengan experiencia en la gestión de organizaciones de procuración de justicia bajo sistemas acusatorios”.

El documento añade que la PGR y la Secretaría de Hacienda analizaron formas de financiamiento de esta transformación y consideraron que la mejor opción es el BID, y, así, se acordó “crear un marco metodológico de ejecución de cuatro años, que permita dar continuidad a la implementación del Plan Estratégico de la Arquitectura Institucional y de la estrategia de Administración del Cambio, entre otros.

Como primer paso, el BID autorizó cien mil dólares en fondos no reembolsables, para desarrollar el plan maestro y el modelo financiero para la transformación de la PGR. Esta fase concluirá en diciembre de 2017”, dice el documento; los 100 mil dólares equivalen a un millón 800 mil pesos, en función del tipo de cambio promedio de 18 pesos por dólar.

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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