Conecta con nosotros

Chihuahua

Tras experiencia dolorosa, decide impartir cursos de psicoprofilaxis

«Un primero de diciembre de 1993 empecé profesionalmente. Hace 23 años vino mi hijo al mundo, para estar en el momento del parto, al ver el sufrimiento de mi esposa, la impotencia, hice mi primera promesa de amor, y dije, ‘voy a hacer algo para que tú no sufras, como en este parto’.

«Un primero de diciembre de 1993 empecé profesionalmente. Hace 23 años vino mi hijo al mundo, para estar en el momento del parto, al ver el sufrimiento de mi esposa, la impotencia, hice mi primera promesa de amor, y dije, ‘voy a hacer algo para que tú no sufras, como en este parto’.

Fue así como me empecé a documentar sobre lo que es la psicoprofilaxis», expresó José Antonio Ávila Saucedo, licenciado en Enfermería y Obstetricia, quien se encarga de preparar a las futuras madres a tener un parto más confortable y seguro. Pepe, como le dicen cariñosamente sus alumnas, maneja grupos en la Clínica 33 y el Hospital de Ginecología del Seguro Social, de hasta 50 mujeres embarazadas los lunes y los viernes, en cursos con duración de 2 meses; además es catedrático de la Facultad de Enfermería de la Universidad Autónoma de Chihuahua y de la Escuela de Enfermería Florencia Nigthingale.

Relató que posteriormente, hace 16 años, vino al mundo Luis Ángel, ocasión en la que él mismo preparó a su esposa y ya se le terminó cualquier duda sobre el parto psicoprofiláctico. «Ahí viene la segunda promesa de amor que le hice a mi esposa, ‘voy a hacer algo para que futuras parejas se preparen para un parto más humanizado, para que vengan felices los hijos al mundo», dijo.

Se describió como un padre felizmente enamorado; quien ama a su esposa, próximo a cumplir 25 felices años de casado, lapso que ha sobrellevado con sabiduría, tolerancia, pero sobre todo mucho amor, «Yo siempre le digo a mi esposa cuando cometo un error, que me perdone porque estoy enamorado, y ella me perdona», dijo jocosamente.

Sobre la experiencia de ser padre, compartió, «lloré cuando nació mi primer hijo, se me salieron las lágrimas, sentí los dolores de parto de mi esposa, yo le ponía la mano en su cuerpo y le decía ‘pásamelos, pásamelos’.

Tenía 18 años en el primero parto. El sufrimiento del padre al momento del parto, ese momento es muy intenso, aprende uno a amar y respetar más a su esposa y a sus hijos». La convivencia con sus hijos es amorosa, de respeto y hasta divertida, «trato de ser un amigo con mis hijos, pero ahorita con la libertad que existe, desvirtúa un poco los valores que nos heredan nuestros padres.

Nuestro papel es estar fundamentando todos esos valores, nutriendo los valores. Por mi trabajo estoy muy poco tiempo con ellos, pero ese poquito trato que sea de calidad», destacó al tiempo que compartió que la herencia que les deja a sus hijos son sus principios, religión, y valores».

*Prestaba servicio médico cuando nació su primogénito

La paternidad es una gran satisfacción que no todas las personas tienen en la vida

Atender el parto de mi hijo, lo más emotivo

Cuando se encontraba prestando el año de internado para convertirse medico a sus 23 años de edad, el Dr. Jorge Mario Gámez Urbina se convirtió en padre con una significativa experiencia; al asistir como apoyo al ginecólogo durante el parto de primer hijo «atendamos partos todos los días, pero esta fue un momento emotivo, especial y único», compartió el radiólogo con lágrimas de emoción llenando sus ojos, acostumbrados a la disputa entre la vida y la muerte.

A sus 56 años, el Dr. Radiólogo Jorge Mario Gámez Urbina ha trazado un camino entre tres de las posiciones de mayor entrega y compromiso que puede tener un hombre, ser padre, ser esposo y ser médico, y el conjugarlas para ser feliz ha sido un esfuerzo sólo posible con el apoyo y comprensión de su pareja.

Para él la paternidad es una gran satisfacción que no todas las personas tienen en la vida, un proceso que le han enseñado sus hijos Jorge Mario, quien es abogado y Tania Gabriela, que es médico, así como sus dos nietos, Emiliano y Sebastián.

«La profesión médica es algo muy absorbente, pero sí se trabaja al principio de lunes a domingo, mañana y noche» siempre quedan las vacaciones, comentó alegremente entre sonrisas el especialista que recibió a los reporteros de esta casa editora en su hogar, acompañado de su nieto mayor, Emiliano, con quien celebró el primer triunfo de la selección mexicana en el Mundial de Futbol Brasil 2014.

«Ahorita llevo una vida relajada que me permite acudir a recoger a mis nietos a la escuela y compartir con mi familia, pero no siempre fue así, en ocasiones debía trabajar largas jornadas y mi familia acudía visitarme en mi hora de comida para poder compartir con ellos».

«Cuando tenía 23 años era un joven médico recién egresado, asistiendo a un gran cirujano como fue el Dr. Francisco Ramos García, a quien asistía cada día en partos y cesáreas, pero ese día se presentó una cesárea muy emotiva, la de su esposa Carmen García Rascón, y el ginecólogo le permitió auxiliar como primer ayudante.

El Dr. Gámez estuvo presente en los dos partos de sus hijos, sólo que en el nacimiento de Tania se encontraba asistiendo como segundo ayudante, ambos vinieron al mundo a manos del Dr. Ramos García, «él fue todo un personaje, en cuanto lo saludas sabes que pase lo que pase todo estará bien», recuerda Mario Gámez.

La paternidad cambia la vida, pues antes de ella y a los 23 años te sientes libre, temerario, capaz de comerte al mundo, pero cuando llegan los hijos te centras más en la vida, enfocas tus prioridades, dimensionas la realidad y aprender la responsabilidad de encontrar sentidos firmes a la vida, dejar de subir y bajar e ir y venir, con los hijos encuentras el gusto y la necesidad del trabajo y el sentido firme.

Siempre me ha gustado el deporte, expresó el doctor, fuimos campeones en futbol americano en la Facultad de Medicina, pero cuando este ejemplo se transmite a los hijos a través del ejemplo y cuando he visto a mi hija ser representante de la Universidad Autónoma de Chihuahua en tenis de mesa es aún mejor, te llenas de orgullo y satisfacción al ver a tus hijos alcanzar grandes logros.

En un momento de su matrimonio, cuando sus hijos se encontraban en la adolescencia con 16 y 12 años de edad, tuvo que hacerse cargo de la familia porque las cuestiones laborales llevaron a su esposa a vivir fuera del estado, «en esta etapa aprendía a valorar a las mujeres trabajadoras, no sé cómo le hacen» compartió alegremente el Dr. Gámez.

«El valor de la familia te permite superar grandes pruebas, pues en una ocasión explotó la casa, se perdió todo lo material y estuvo en grave riesgo mi esposa y yo, estuvimos internados pero, al día siguiente que pusimos todo el perspectiva entendí que lo superaríamos, teníamos lo más importante que es nuestras manos, estábamos juntos y el apoyo de familiares y amigos», mencionó el galeno.

«Es muy importante valorar la paternidad y cuidar a esos hijos que son la forma de continuar nuestra existencia en la vida, siempre me pregunté porque es tan importante tener un hijo, pero ahora me respondo que tiene un sentido profundo, no es sólo pasar por la vida, individual y egoísta, sino trascender en una importancia y privilegio en la vida de otras personas», concluyó el Dr. Jorge Mario Gámez Urbina.

TIENE PULMONES DÉBILES

Maximiliano acompaña a su bebé en la lucha por la vida:

«Mi hijo enfrenta una gran prueba, lucha por su vida pues sus pulmones son débiles y le dificultan respirar, pero no está solo, estamos con él, yo le brindo suaves caricias para que pueda sentirme cerca» expresó Maximino Vázquez González, quien es agricultor y viajó desde la sierra para ayudar a su bebé de diez días de nacido, quien se encuentra internado en el hospital general Dr. Salvador Zubirán.

Desde la comunidad de Polanco, en el Municipio de Guachochi, viajó Maximino para acompañar a su bebé en la lucha por la vida. Su nacimiento fue el 4 de junio y es el tercer infante de la familia. Para Maximino, la paternidad demanda fortaleza y ternura al acompañar a sus hijos y su esposa que está internada también.

«Ser papá es un trabajo completo, eres uno con tus hijos hasta que ellos ya no te necesitan tan cerca, pero siempre unidos» compartió Maximino, mientras observa el cunero de su bebé.

ES MÁS DURO QUE LOS DESVELOS

> Importante guiar a los hijos todo el tiempo con valores y amor

Estoy aprendiendo a dar rienda suelta a mi hija:

«Ahora es cuando empieza a inquietarme la paternidad, pues mi hija mayor tiene 16 años y se enfrenta al proceso de empezar a tomar sus propias decisiones. Antes era simple, debía cuidar de mis hijos y decidir lo mejor, aprender que todo tiene su momento apropiado, pero ahora debo aprender a soltarla poco a poco y eso es más duro que los desvelos» expresó Manuel Guillermo Álvarez, padre de cuatro hijos.

Para Manuel, el ser padre es la más bonita sensación que puede tener un hombre, aun cuando no todas las personas lo valoren en lo que es, cuando los hijos están chicos, los retos no son muy grandes porque sólo se debe atender necesidades que se logran con el esfuerzo y la paciencia.

El padre de cuatro hijos expresó que en esta etapa actual la paternidad se disfruta aún más, pues antes se dejaba más la atención de los hijos a las madres pero esto, además de ser injusto, también priva a los padres de disfrutar a sus pequeños y compartir etapas invaluables con ellos.

«Es importante al educar a los hijos que para todo hay tiempo, se les debe guiar en valores y amor, además en ocasiones, esto significa llamar la atención y regañarlos, cosa que a veces duele más a los padres que a los hijos, pero hasta para esto se debe saber que la mejor forma de educar es el ejemplo» expresó Manuel Guillermo.

«Para regañar y corregir a un hijo se debe saber que para todo hay un tiempo oportuno, no delante de sus amigos o en público, se debe escoger el momento y lugar, la experiencia marca el camino» compartió Manuel.

Fuente: El Heraldo de Chihuahua.

 

001_curso_parto_psicoprofilaxis

Clic para comentar

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply

Chihuahua

“Estamos construyendo paz, salud y dignidad para los chihuahuenses”: Maru Campos

La gobernadora Maru Campos afirmó a miembros del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado (STSGE), que juntos en esta administración, han sido partícipes de la construcción de la salud, la paz y la dignficación de las y los chihuahuenses.

Al asistir a la celebración por el 86 aniversario de este organismo sindical, resaltó que a través del trabajo de los agremiados, se consolida el engranaje que hace funcionar a Chihuahua.

Durante la convivencia, la mandataria encabezó la rifa de premios en efectivo y de 3 automóviles, que fueron sorteados entre los trabajadores del Estado, en reconocimiento a la ardua labor que diariamente desarrollan en beneficio de la población.

La Gobernadora los invitó a sentirse orgullosos por la tarea que cada uno realiza, ya que permite que en la entidad existan hospitales funcionales, estancias infantiles y seguridad, entre otros servicios.

Reiteró a los trabajadores, que cuentan con el apoyo del Gobierno del Estado y les agradeció por su servicio y la dedicación que brindan en sus respectivas áreas laborales, en pro de la ciudadanía.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto