Conecta con nosotros

Policiaca

Trasladan 49 reos del Aquiles Serdán al Cereso Estatal dos

Como parte de las acciones de reacomodo de la población penitenciaria, la Fiscalía General del Estado, ordenó el traslado de 49 internos que se encontraban en el Cereso Estatal número 1, de Aquiles Serdán, con destino al Centro de Reinserción Social Estatal número 2.

Como parte de las acciones de reacomodo de la población penitenciaria, la Fiscalía General del Estado, ordenó el traslado de 49 internos que se encontraban en el Cereso Estatal número 1, de Aquiles Serdán, con destino al Centro de Reinserción Social Estatal número 2.

El movimiento se desarrolla para dar cumplimiento a estrategias dictadas por el ejecutivo estatal a la Fiscalía General del Estado y la Fiscalía Especializada en Ejecución de Penas y Medidas Judiciales, a fin de mantener la seguridad dentro de los penales estatales.

Gran parte de los exitosos controles de seguridad en los penales, obedecen al reacomodo de presos, que se efectúan con el objetivo de no sobresaturar los centros y aprovechar la capacidad instalada de los centros con menor población.

El operativo se desarrolló sin contratiempos la tarde de hoy, en el que participaron elementos de la Policía Procesal y de Seguridad Penitenciaria.

El Cereso Estatal número 2, tiene capacidad para 950 reos.

La extracción de los internos dio inicio en punto de la 3:15 horas de este jueves 23 de enero en el Cereso 1 ubicado en Aquiles Serdán, para luego ser transferidos en un operativo, al Cereso 2, donde arribaron en punto de las 3:40 horas sin ningún contratiempo.

En dicha acción participaron 40 elementos Policía de Seguridad y Custodia, escoltados por agentes de la policía procesal y una decena de vehículos oficiales.

Foto: Archivo.

Foto: Archivo.

Clic para comentar

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply

Increible

Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto